AMERICA/CHILE - “De la calidad de la educación depende la calidad de vida, la superación de la pobreza, el nivel cultural y la nobleza de las relaciones humanas de un pueblo”: Declaración de los Obispos chilenos

martes, 18 julio 2006

Santiago (Agencia Fides) - El debate que se está realizando en Chile, como en tantos otros países latinoamericanos, en torno al tema de la educación y el actual Proyecto de Ley enviado al Congreso, que propone una reforma constitucional al respecto, está suscitando mucha atención en todos los sectores, también en la Iglesia Católica. Por ello el Comité Permanente del Episcopado chileno ha publicado una declaración titulada “Educación, familia y pluralismo” con el fin de aportar algunas reflexiones. El documento tiene la fecha del 17 de julio del 2006.
Consideran los Obispos en primer lugar la educación como un bien público “que debe ser valorado y cuidado por todos los ciudadanos” pues “de la calidad de la educación depende la calidad de vida, la superación de la pobreza, el nivel cultural y la nobleza de las relaciones humanas de un pueblo”. En este sentido la tarea de educar “que compete en primer lugar a la familia, necesita el apoyo de la sociedad que debe ponerse a disposición de todos los padres que están educando y de los ciudadanos que se forman”. Además la educación debe tener en el centro a la persona en todas sus necesidades tanto materiales como intelectuales, morales y espirituales. “En un mundo tan plural el concepto de persona y su dignidad ha de ser el punto de partida y de sustento ético de cualquier diálogo educativo” afirman los Obispos.
El texto reafirma el derecho inalienable que tiene toda persona a “una educación que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, que sea conforme a la cultura y a las tradiciones patrias”. En este sentido, consideran los Obispos que el Estado debe “prever que a todos los ciudadanos sea posible el adecuado acceso a la cultura y una participación viva de sus valores, como asimismo la debida preparación para el cumplimiento de sus obligaciones y derechos civiles”.
Otro de los puntos tratado por los Obispos es el de la libertad de enseñanza y el papel del Estado considerando que son los padres los que deben elegir para sus hijos la educación que “consideren mas conforme a los valores que ellos más estiman y que consideran indispensables”, derecho que “debe ser decididamente garantizado por el Estado”. “A ningún sector educacional- continua el texto - ni siquiera al propio Estado, se le puede otorgar la facultad de concederse el privilegio y la exclusividad de la educación de los más pobres, sin menoscabar con ello importantes derechos”.
Los Obispos, consideran por último la importancia de la formación religiosa y moral en las escuelas “como parte esencial de la educación que se ofrece a cada persona y a toda la sociedad”.Concluye el texto con una exhortación al poder público para “se garantice este derecho de las familias a dar a sus hijos en las escuelas una educación conforme a sus principios morales y religiosos”. (RG) (Agencia Fides 18/7/2006 Líneas: 36 Palabras: 511)


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