AFRICA/SOMALIA - “Las intervenciones externas pueden ser contraproducentes cuando no se tiene un cuadro bien preciso de la situación” dice Mons. Bertin, Administrador Apostólico de Mogadiscio

viernes, 14 julio 2006

Mogadiscio (Agencia Fides) - “La Iglesia católica desarrolla su servicio-testimonio desde hace casi cien años en favor de los pobres de Somalia. Lo hizo bajo el colonialismo, después con la primera República, con el régimen de Siad Barre y en el caos que se siguió tras su caída en enero de 1991. Y quiere continuar haciéndolo, si se le permite, también ahora, después de que las Cortes Islámicas hayan tomado el poder en buena parte del país”, dice a la Agencia Fides Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Gibuti y Administrador Apostólico de Mogadiscio.
“Acabo de volver de un viaje a Roma y a los Estados Unidos, donde he expuesto la situación de Somalia” afirma Mons. Bertin. “Muchas personas me han preguntado si era necesario intervenir ante el avance de las denominadas Cortes Islámicas. Yo las respondí que, de momento, la mejor solución es observar y ver lo que sucede. Intervenir desde el exterior puede agravar la situación en lugar de resolverla. Baste ver lo que ha sucedido en los meses pasados, cuando el apoyo ofrecido a la efímera alianza de los “señores de la guerra” ha sido, al contrario de lo que se esperaba, un ulterior incentivo para las Cortes Islámicas”.
“La sociedad somalí es muy compleja”, explica el Obispo. “Es por tanto muy difícil intervenir desde el exterior sin hacer daño. Es necesario ver si el factor islamista será capaz de superar las tradicionales divisiones en clan de los somalos. En efecto, las Cortes Islámicas que han tomado el poder en Mogadiscio han nacido dentro del clan Hawaye y hasta ahora, a pesar de algunos intentos, no han conseguido extenderse fuera de ese clan”.
Algunos órganos de prensa internacional afirman que tropas etíopes se preparan para intervenir en apoyo del gobierno del gobierno de transición, reconocido por la comunidad internacional, que se encuentra en la sede de Baidoa. “Etiopía siempre ha tenido miedo de que la presencia del Islán extremista en Somalia pueda extenderse a las poblaciones somalíes e islámicas que viven en su territorio” afirma Mons. Bertin. “Una intervención externa, sin embargo, corre el riesgo de alinear la mayor parte de la población de Somalia del lado de las Cortes Islámicas. Es necesario, por lo tanto, ejercitar la máxima prudencia y valorar bien la situación”.
El gobierno provisional ha decidido hoy, 14 de julio, boicotear los coloquios de paz que debían abrirse mañana en Sudán, como protesta por las presuntas violaciones del alto el fuego por parte de las milicias de las Cortes Islámicas. La tregua armada fue decidida el pasado 22 de junio durante los primeros coloquios en Sudán entre los representantes de las Cortes Islámicas y los del gobierno provisional somalí.
En el plano internacional, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha dado vía libre a la revocación del embargo de armas para Somalia: lo que abre la vía a un posible traslado de las fuerzas de paz en el país como ha pedido la Unión Africana. La eventual decisión se tomará en base de un detallado estudio de la UA para la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD), organización que recoge siete países de África oriental (Yibuti, Eritrea, Etiopía, Kenya, Sudán, Uganda y el gobierno de transición somalo) y que aprobó ya en enero de 2005 en línea de principio la iniciativa. (LM) (Agencia Fides 14/7/2006 Líneas: 41 Palabras: 580)


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