AMERICA/ARGETINA - “Destruir la familia es una estrategia que facilita dominar a una sociedad, y que tiene consecuencias no sólo sociales, psíquicas y espirituales, sino también económicas y políticas”: una Declaración del Movimiento Familiar Cristiano sobre la vida y la familia en la sociedad actual

viernes, 14 julio 2006

Buenos Aires (Agencia Fides) - El Movimiento Familiar Cristiano de Argentina ha publicado una declaración sobre la vida en la sociedad actual titulada “Familia, compromete tus fortalezas para proclamar con valentía el Evangelio del amor”, con el objetivo de “llamar a la reflexión a todos los argentinos, gobernantes y gobernados acerca de la actual situación de estos aspectos de la vida nacional y mundial”.
“Destruir la familia implica, obviamente, destruir la sociedad”, se lee en la declaración. Es además “una estrategia que facilita dominar a una sociedad, de ahí que esa destrucción tiene consecuencias no sólo sociales, psíquicas y espirituales, sino también económicas y políticas”. Enumeran a continuación cuales son algunos de los numerosos ataques que está recibiendo hoy en día la familia como son: deformando su concepto mismo, pretendiendo que sea ‘familia’ cualquier unión de dos personas; pretendiendo que un niño pueda crecer en un ‘hogar’ donde el modelo de vida afectivo-sexual es la homosexualidad, sea masculina o femenina; pretendiendo que la mujer tenga derecho a disponer de su cuerpo y de la vida que crece en él; pretendiendo amputar órganos sexuales de los pobres; dificultando los trámites que, facilitados, permitirían que muchos niños indefensos gozaran de una familia bien constituida; infiltrando en la educación de los niños actitudes, valores e ideas ajenos a su edad y que atentan contra las orientaciones que sus padres tienen derecho a darles; favoreciendo la propagación de drogas que aniquilan la salud; generando la idea de que suicidarse es ‘morir con dignidad’ en vez de sostener la vida de toda persona humana, que es digna por sí misma, independientemente de su estado psíquico-físico.
Estas actitudes son consideras por la sociedad como ‘avanzadas y democráticas’, sin embargo, según se lee en la declaración ni son democráticas “porque no siempre representan el sentimiento y la voluntad de la mayoría popular”, ni son avanzadas sino que “como prueba ya la Historia, llevan a la degradación de los pueblos por una especie de suicidio”.
Afirman a continuación una serie de principios importantes para la vida y la familia en respuesta a los “actuales proyectos de ley y a ciertas leyes ya sancionadas que atentan no solo contra la familia sino contra la vida misma”: las uniones homosexuales, válidas como cualquier acuerdo civil, no son un matrimonio ni conforman una familia, ni la mujer ni ninguna autoridad tienen derecho a sacrificar la vida del niño concebido, ninguna autoridad, sea civil, médica, judicial, tiene derecho a esterilizar a nadie, ningún plan político-educativo tiene derecho a subvertir las orientaciones que los padres dan y transmiten a sus hijos.
Destacan como muchas sociedades, precisamente porque se han dado cuenta del gran peligro que encierran estas políticas y leyes han dado un paso atrás, como en varios Estados de América o en Australia o bien se niegan a aprobar este tipo de legislación.
La declaración concluyen constatando como en la actualidad “se tiende a ‘marginar’ a las mayorías en beneficio de opiniones de minorías: se las hace objeto de burla y de calumnia, se las trata de anticuadas o reaccionarias, cuando sólo defienden la sociedad humana, la vida humana”. (RG) (Agencia Fides 14/7/2006 Líneas: 41 Palabras: 561)


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