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Caracas (Agencia Fides) - “Pensamientos de paz y no de aflicción”, (Jr 29,11) es el título de la Exhortación que los Obispos venezolanos han dirigido a todo el pueblo al termino de su 86 Asamblea Plenaria Ordinaria celebrada en Caracas del 6 al 12 de julio.
Los Obispos denuncian con fuerza el ambiente de violencia y criminalidad que por desgracia, impera en el país. “Trágica, pero paulatinamente, los venezolanos nos estamos acostumbrando a una cultura o modo de pensar según el cual la muerte parece ganarle cada día la batalla a la convivencia entre los ciudadanos”. Recuerdan los Obispos que según la UNESCO Venezuela encabeza la lista de los cincuenta y siete países más violentos e inseguros, con un promedio de cuarenta y cuatro homicidios por día. Entre las diversas manifestaciones de esta violencia denuncian los Obispos la extorsión, el secuestro y el narcotráfico, inaudita deshumanización, de protestas y de sangrientos enfrentamientos persiste en las cárceles, maltrato a la mujer y la violencia doméstica, además de un clima bélico y la militarización de la sociedad. “Es contradictorio ofrecer un discurso contra la violencia y planes de desarme de la población y, al mismo tiempo, adiestrar en el uso de las armas a los jóvenes y adolescentes”, afirman los Obispos. Ante esta situación los Obispos piden “una campaña nacional en el país en favor de la cultura de la vida y de la civilización del amor, que incluya una educación para la paz y la reconciliación, que penetre todos los sectores, ambientes e instituciones”.
Otro de los temas tratados en el documento y que preocupa grandemente a los Obispos venezolanos es la orientación de todo el sistema educativo. “El problema fundamental -se lee en el documento - es el intento, recogido en el anteproyecto de Ley Orgánica de Educación, de asignar al Estado los derechos educacionales originarios de la sociedad... Es inaceptable, por inconstitucional, y violatorio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el propósito manifestado por funcionarios del Gobierno de "politizar" la educación y convertir a los docentes en agentes de adoctrinamiento de un determinado modelo político”. Respecto a la enseñanza religiosa, la Iglesia no pide privilegios, afirman los Obispos, simplemente “reclama los derechos de los educandos, de los padres y de la sociedad y el derecho que ella y otras comunidades religiosas tienen de ejercer su misión”.
El Episcopado también recuerda que en pocos meses tendrán lugar las elecciones presidenciales, que están generando en la población numerosos interrogantes, preocupaciones, incertidumbres, temores y desconfianza. Por ello, piden al Consejo Nacional Electoral (CNE) que realice todos los esfuerzos necesarios para que “el inmediato proceso electoral sea constitucional, legal, política y éticamente irreprochable, garantizando de esta manera que todos los venezolanos puedan ejercer su derecho al voto sin miedo a represalias y con la seguridad de que la decisión de la mayoría será respetada”.
Finalmente los Obispos exhortan a todos los venezolanos “a rechazar cualquier conducta de discriminación e intolerancia, a combatir con vigor las actitudes de indolencia, indiferencia, resignación y desesperanza; a defender la libertad y la dignidad de la persona humana” y piden especialmente al gobierno para que “estimulen la unidad entre los venezolanos, evitando acciones que propicien y refuercen la división y la discriminación”. Concluyen su mensaje recordando la clausura del Concilio Plenario de Venezuela el próximo 7 de octubre (ver Fides 10/7/2006), momento en que “entrará en su etapa más importante, la aplicación concreta en la vida pastoral”. (RG) (Agencia Fides 13/7/2006 Líneas: 45 Palabras: 606)
