AFRICA/KENYA - La emergencia por la sequía no ha terminado: todavía centenares de miles de personas en riesgo de hambre en las regiones semiáridas de Kenya. El saneamiento económico de las familias afectadas pasa por la sustancial reconstrucción de los rebaños

lunes, 10 julio 2006

Nairobi (Agencia Fides) - Continúa la emergencia alimentaria en las regiones semiáridas de Kenya, donde millones de personas corren el riesgo de sufrir las consecuencias de una nueva carestía. Quien lanza la alarma es el Farmine Early Warning Systems Network (FEWS NET), una red mundial por el control de la sequía.
Según el FEWS NET, a pesar de las lluvias del pasado mes de abril, la seguridad alimenticia no está garantizada, sobre todo por lo que se refiere a las condiciones de las poblaciones nómadas que viven del pastoreo.
“Mientras que han mejorado algunos indicadores ambientales de la vida pastoral, como la disponibilidad de agua y pastos, continúa siendo preocupante la seguridad alimenticia de los pastores” afirma un informe del FEWS NET, en el cual se subraya que “siguen siendo demasiado altas las tasas de desnutrición en Moyale, Samburu, Turkana, Mandera y Marsabit, en el noroeste del país. Hasta la primavera del 2006, dos millones y medio de keniatas, casi el 10% de la población, corrían riesgo de pasar hambre a causa de la sequía que ha durado hasta las lluvias de abril. Las regiones más afectadas han sido las del este y sobre todo nordeste, en la frontera con Somalia, Etiopía y Sudán, que a su vez debían hacer frente a graves problemas alimentarios.
Según los datos del FEWS NET las tasas de malnutrición aguda varían del 18% de Moyale al 30% del Distrito de Marsabit, siempre por encima del 15% establecido por la Organización Mundial de la Salud como umbral de emergencia.
Los más afectados son los niños y en los distritos interesados se han verificado diversos casos de diarrea infantil, causada por la falta de agua potable. La carestía de noviembre-marzo, además, ha destruido los rebaños. La mayor parte de los pastores no tiene medios económicos para volver a comprar las cabezas de ganado muertos a causa de la sequía y deben recurrir todavía a las ayudas alimentarias de las organizaciones humanitarias para nutrirse. “El saneamiento económico de las familias afectadas exige la sustancial reconstrucción de los rebaños, un proceso que durará varias estaciones favorables, las cuales son cada vez más raras”, afirma a la Agencia católica CISA, que “estamos todavía procediendo a la distribución de ayudas alimentarias y la Iglesia católica en colaboración con el Programa Alimentario Mundial está dando de comer a 70.382 personas a través del programa de emergencia”.
También la diócesis de Marsabit está distribuyendo ayudas alimentarias como la de Kitui, donde hay 186.000 personas que dependen de las ayudas alimenticias. (LM) (Agencia Fides 10/7/2006 Palabras: 641 Líneas: 35)


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