VATICANO - El Santo Padre Benedicto XVI en Valencia para el V Encuentro Mundial de las Familias: “Mi deseo es proponer el papel central que, para la Iglesia y la sociedad, tiene la familia fundada en el matrimonio”

lunes, 10 julio 2006

Valencia (Agencia Fides) - “El motivo de esta esperada visita es participar en el V Encuentro Mundial de las Familias, cuyo tema es "La transmisión de la fe en la familia". Mi deseo es proponer el papel centralque , para la Iglesia y la sociedad, tiene la familia fundada en el matrimonio. Ésta es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría”. Con estas palabras, pronunciadas durante la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Valencia-Manises en la mañana del sábado 8 de julio, el Santo Padre Benedicto XVI puso en evidencia el motivo de su visita. El Papa fue recibido por los Reyes de España, las Autoridades eclesiásticas y por numerosas Autoridades políticas y civiles en representación del Gobierno central y local.
Tras la ceremonia de bienvenida, en el trayecto hacia la Catedral, el Papa se detuvo en la estación Jesús del Metro de Valencia, para conmemorar a las numerosas víctimas del trágico accidente ferroviario del 3 de julio. Después el Papa Benedicto XVI se dirigió hacia la Catedral, dedicada a la Virgen de la Asunción, donde se habían congregado sacerdotes, religiosos, religiosas de vida activa y contemplativa. En la Capilla del Santo Cáliz, que según la tradición custodia la copa usada por Jesús en la última Cena, el Papa saludó a los Obispos de España y firmó una Carta dirigida al Episcopado español. En el texto Benedicto XVI agradece al Señor “por haber podido venir a España como Papa, para participar en el Encuentro Mundial de las Familias”, después agradece a los Obispos, en particular al Arzobispo de Valencia y sus Auxiliares, por los muchos esfuerzos realizados en la preparación y celebración de este encuentro. “Sabéis que sigo de cerca y con mucho interés los acontecimientos de la Iglesia en vuestro País - prosiguió el Papa -, un País de profunda raigambre cristiana y que tanto ha aportado y está llamado a aportar al testimonio de la fe y a su difusión en otras muchas partes del mundo. (…) Conozco y aliento el impulso que estáis dando a la acción pastoral, en un tiempo de rápida secularización, que a veces afecta incluso a la vida interna de las comunidades cristianas”. Tras esto, el Papa exhortó a los Obispos españoles: “Seguid, pues, proclamando sin desánimo que prescindir de Dios, actuar como si no existiera o relegar la fe al ámbito meramente privado, socava la verdad del hombre e hipoteca el futuro de la cultura y de la sociedad. Por el contrario, dirigir la mirada al Dios vivo, garante de nuestra libertad y de la verdad, es una premisa para llegar a una humanidad nueva. El mundo necesita hoy de modo particular que se anuncie y se dé testimonio de Dios que es amor y, por tanto, la única luz que, en el fondo, ilumina la oscuridad del mundo y nos da la fuerza para vivir y actuar”. La carta del Santo Padre concluye con la exhortación a los Obispos “a mantener y acrecentar vuestra comunión fraterna, testimonio y ejemplo de la comunión eclesial que ha de reinar en todo el pueblo fiel que se os ha confiado”. El Papa aseguró finalmente: “Ruego por vosotros, ruego por España. Os pido que oréis por mí y por toda la Iglesia”.
Una vez abandonada la Catedral, el Santo Padre entró en la Basílica de la Virgen de los Desamparados”, patrona de Valencia donde - en presencia de los familiares - hizo una oración por las numerosas víctimas del accidente del metro. El Papa invitó a los presentes a recitar el Padre Nuestro pidiendo a la Virgen de los Desamparados que confortara a todas las familias que han sufrido las consecuencias del accidente y que han quedado sumidas en el dolor y en el luto.
En el atrio de la Basílica los Seminaristas españoles con sus familias esperaban al Papa para la oración del Ángelus. “El amor, entrega y fidelidad de los padres, así como la concordia en la familia, es el ambiente propicio para que se escuche la llamada divina y se acoja el don de la vocación - dijo Benedicto XVI a los seminaristas antes de ka oración mariana-. Vivid intensamente los años de preparación en el seminario, con la ayuda y el discernimiento de los formadores, y con la docilidad y confianza total de los Apóstoles, que siguieron a Jesús prontamente. Aprended de la Virgen María cómo se acoge sin reservas esta llamada, con alegría y generosidad”.
En la tarde del sábado, el Santo Padre realizó una visita de cortesía a los Reyes de España en el Palacio de la Generalitat, tras de los cual recibió en el Arzobispado la visita del Presidente de Gobierno de España. (SL) (Agencia Fides 10/7/2006 Líneas: 55 Palabras: 861)


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