EUROPA/ESPAÑA - V Encuentro Mundial de las Familias - “Uno de los grandes desafíos de los últimos tiempos, es el intento, en sociedades secularizadas, de cambiar las leyes que, durante siglos, incluso milenios, han reconocido el plan de Dios para el matrimonio y la familia y que constituye un patrimonio común para toda la humanidad”

sábado, 8 julio 2006

Valencia, (Agencia Fides) - El viernes 7 de julio los trabajos del Congreso Teológico-Pastoral han iniciado con el tema “Familia y ecumenismo”, panel en el cual han participado exponentes de la Iglesia Ortodoxa, como Su Eminencia Kirill, Metropolita de Smolens y Kalingrado (Patriarcado de Moscú), y P. Thomas Römer, de la Comunidad Evangélica. Concluyendo el panel, el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo (Republica Dominicana) destacó “la coincidencia en identificar los puntos de preocupación sobre la familia y las posibles soluciones que vemos desde nuestro punto de vista, y desde el punto de vista de quienes nos acaban de presentar su respectiva visión”. “La pastoral familiar es también tarea pendiente dentro del campo ecuménico”, afirmó el purpurado.
Presidida por el Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo de Ciudad de México, la sesión central de la mañana contó con la participación del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal William Joseph Levada, quien ofreció una conferencia sobre “La familia en el catecismo de la Iglesia Católica”. “Uno de los grandes desafíos de los últimos tiempos, es el intento, en sociedades secularizadas, de cambiar las leyes que, durante siglos, incluso milenios, han reconocido el plan de Dios para el matrimonio y la familia como se presenta en el orden de la Creación, y que constituye un patrimonio común para toda la humanidad gobernada por la ley natural”, señaló el Cardenal Levada, enfatizando que “las leyes humanas y las decisiones judiciales que no respeten esta enseñanza fundamental inmutable son contrarias a la ley de Dios, y deben ser consideradas, con toda razón, injustas”. “El rechazo de la obediencia a las autoridades civiles, cuando sus exigencias son contrarias a las de la recta conciencia, tiene su justificación en la distinción entre el servicio de Dios y el servicio de la comunidad política. ‘Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’, dijo Jesús”, subrayó, recibiendo una grande ovación por parte del público presente.
“Juan Pablo II, el Papa de la familia y de la vida”, fue el título de la aplaudida conferencia del Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia. En ella, el ex-secretario personal del amado Pontífice, señaló: “Traigo conmigo la convicción profunda de que la lucha contra el aborto tenía un protagonista extraordinario: Juan Pablo II. No sería posible vencerlo en Polonia sin él. Es él quien nos ha alentado al camino de la civilización del amor, del respeto de la vida y la familia. Estoy profundamente convencido de que también hoy, aquí, Juan Pablo II nos sostiene y bendice desde la ventana de la casa del Padre”. A través de su testimonio personal, el Cardenal Dziwisz ha mostrado en qué modo Karol Wojtyla, como sacerdote, como obispo y más adelante como Sucesor de Pedro, ha estado siempre “completamente dedicado a la familia y completamente dedicado a la vida”.
El panel sobre la familia contó con la presencia del P. Álvaro Corcuera, Director de los Legionarios de Cristo, y de Lidia Jiménez, Directora de las Cruzadas de Santa María. El padre Corcuera, señaló en su intervención que “las dos columnas” que guían el apostolado de la Legión de Cristo y del Movimiento Regnum Christi son “la familia como una escuela de las virtudes teologales”, como lugar donde se aprende a amar y a vivir la fe, y la familia como “escuela de evangelización”, en la cual todos, padres e hijos son apóstoles, y buscan cumplir la misión de ir y predicar el Evangelio. Por su parte, Lidia Jiménez, destacó la urgencia de una buena formación para el matrimonio y la familia. La directora de las Cruzadas denunció asimismo la “manipulación del lenguaje que se está haciendo en temas de familia” y recordó que “el matrimonio es no un contrato, no un compromiso, sino imagen de la Alianza de Dios con su Pueblo”.
Hoy se hicieron presentes asimismo en el Congreso las autoridades valencianas, Francisco Camps, Presidente de la Generalitat Valenciana y Rita Barberá Nolla, Alcaldesa de Valencia, a quienes el Cardenal López Trujillo manifestó su solidaridad ante el momento trágico que el pueblo de Valencia está viviendo. “Gracias por estar con nosotros las familias del mundo, cuando sufren las familias valencianas”, fueron palabras de la Alcaldesa.

Por la tarde se tuvo una sesión dedicada a las experiencias pastorales sobre la familia. El Cardenal George Pell, Arzobispo de Sydney, expuso la situación de la familia en Australia, donde -afirmó- “Cristo probablemente hoy más que crucificado es banalizado”. El purpurado destacó el problema de la duda de muchos jóvenes para contraer matrimonio. A esta duda “contribuye el hecho de que un tercio de los matrimonios australianos terminan en divorcio. Esto crea también incertidumbre en los hijos de estos divorciados, daña su autoestima y su deseo de realizar el tipo de compromiso que el matrimonio supone”, afirmó.
El Cardenal Camillo Ruini, Vicario de Su Santidad para la Diócesis de Roma, recordó que “existe la crisis de la familia también en Italia” y señaló tres medios fundamentales para que la transmisión de la fe al interno de esta sea eficaz: “la oración dentro de la familia misma”, las “catequesis de las familias cuyos hijos son bautizados”, antes y después del bautismo, y una tercera modalidad, “muy concreta y muy eficaz”, que es “la modalidad del amor” al interno de la familia, como hermoso reflejo del amor de Dios por los seres humanos.
La situación en América Latina fue expuesta por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago de Chile y Presidente del CELAM. El purpurado recordó en primer lugar las tantas “carencias en la dimensión pedagógica de la pastoral familiar” y señaló asimismo que “Latinoamérica y el Caribe no son islas ajenas a las corrientes culturales que agitan el mundo occidental”. Las políticas educacionales deben ser renovadas, señaló, sobre todo ahora que “las tendencias dominantes en el campo de los valores fomentan el egoísmo y preparan la violencia, ya que favorecen los derechos más que los deberes, los derechos propios más que los ajenos, y quedan prisioneras en una concepción de las relaciones humanas que está marcada unilateralmente por la justicia y no avanza hacia el amor verdadero, el servicio, la gratitud y la contemplación”.
“La pastoral de la familia y la vida en Europa” fue presentada por el Cardenal Jean-Pierre Ricard, Arzobispo de Bordeaux y Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, quien destacó que no pocas veces en Europa “la aproximación a la cuestión es muy subjetivo”. Se trata de “poner al centro la preocupación pastoral por la familia”, afirmó, “no sólo como una dimensión particular más de la pastoral”, sino como una dimensión fundamental de la misma.
El Cardenal Crescenzio Sepe, Arzobispo de Nápoles, desde su amplia experiencia como Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, señaló que “el ámbito prioritario de la evangelización de la familia es ante todo el mismo contexto familiar”, al interior del cual “se desarrolla una recíproca evangelización cotidiana entre el marido y la mujer, entre los padres y los hijos, y en un cierto modo también de hijos a padres, en un continuo proceso de testimonio y de anuncio del Evangelio de generación en generación”. Pero recordó asimismo que el amor conyugal y familiar tiene un dinamismo que va más allá de ella misma para llegar a la comunidad y a la sociedad toda: “la naturaleza misionera de la Iglesia encuentra en la familia en cuanto pequeña iglesia doméstica una concreta realización y un lugar privilegiado del mandato misional que la Iglesia ha recibido”. “La misión evangelizadora de la familia, el testimonio cristiano de comunión y de amor paterno, materno, filial y fraterno de la familia, de cada uno de sus miembros personalmente y en cuanto comunidad cotidiana, tiene hoy en día un potencial evangelizador sin igual”, concluyó el Cardenal Sepe. (JO) (Agencia Fides 8/7/2006)


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