AFRICA/NIGERIA - Veintiséis Estados africanos contra la trata de seres humanos y la explotación del trabajo de menores

viernes, 7 julio 2006

Abuja (Agencia Fides) - “Es la primera vez que un número tan grande de países, representantes de los Estados de origen y destino de las personas víctimas del tráfico, se reúnen y ponen de acuerdo”. Con estas palabras Mohammed Ibn Chambas, Secretario Ejecutivo de la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste (CEDEAO), expresó su satisfacción por el plan de acción contra el tráfico de seres humanos suscrito ayer, 6 de julio, por veintiséis países africano, en Abuja, Nigeria.
El acuerdo, promovido por la CEDEAO y por la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), prevé mejorar el control y la gestión de las fronteras, de adoptar una legislación que castigue severamente la trata de seres humanos, de mejorar la distribución de los documentos de identidad a los ciudadanos de los Estados interesados, de crear programas informativos a favor de la población y de poner en marcha programas de desarrollo.
Los países firmantes fueron los siguientes: Angola, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Gabón, República del Congo, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Ruanda y Santo Tomás y Príncipe por parte de la CEEAC. Benin, Burkina Faso, Cabo Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea Bissau, Liberia, Malí, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo por parte de la CEDEAO.
En el África Central y occidental el tráfico de seres humanos afecta al 70% de los países de la región, con el 26% de los niños, cerca de cincuenta millones, obligados a trabajar. Uno de los países más afectados por el fenómeno de la trata de niños obligados a trabajos pesados es Nigeria. Muchos de los pequeños provienen de Benin, uno de los Estados más pobres de África, donde las familias se ven obligadas a vender a sus propios hijos a cambio de pequeñas sumas. Los niños son enviados después a Nigeria donde trabajan en plantaciones o como domésticos.
Según un misionero francés, entrevistado por la Agencia Fides, más de 4.000 niños cada año son enviados a trabajar fuera de Benin. El Padre Claude, un misionero que desde hace años dirige un centro de acogida para los niños de la calle en Cotonou, capital de Benin afirma: “El país es la encrucijada del tráfico de menores en la región. También desde el cercano Togo los niños hacen etapa aquí para poder ser enviados después a Costa de Marfil o Nigeria, donde son explotados en las plantaciones. Se trata de uno de los tantos tráfico que hay en nuestro país. También las redes de la droga y de las armas pasan por Benin”.
“Las familias más pobres venden a sus propios hijos a las organizaciones de traficantes a cambio de unas cuantas monedas o de la promesa de un trabajo decente para sus hijos. En realidad, una vez que los niños llegan a la plantación son obligados a trabajar sin compensación. Están completamente aislados de la familia. Sólo algunos de ellos, una vez crecidos, consiguen huir y volver a casa: pero la mayor parte de los niños no volverán a ver más a su familia. Es un verdadera forma de esclavitud”, concluye el misionero. (LM) (Agencia Fides 7/7/2006 Líneas: 37 Palabras: 539)


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