ASIA/SRI LANKA - Situación desesperada de los prófugos, mientras continúa la violencia que golpea a los civiles

jueves, 6 julio 2006

Colombo (Agencia Fides) - El gobierno y los guerrilleros del “Liberation Tiger of Tamil Eelam” (LTTE) están desde hace meses en una fase de abierto conflicto que ha vuelto a hundir las esperanzas de la población civil de Sri Lanka. En las pasadas semanas se han sucedido ataques aéreos y navales del ejército contra las supuestas bases rebeldes del LTTE, y se han registrado episodios de violencia organizados y conducidos por los guerrilleros.
Esta situación ha provocado la huida de más de 40.000 personas, que sufren de hambre y penuria en los distritos orientales de Trincomalee y Batticaloa. Son las organizaciones no gubernamentales, las asociaciones humanitarias cristianas y no cristianas, las que se ocupan de ellos y tratan de garantizar el mínimo para la supervivencia. El Padre Vinny Joseph, misionero Jesuita, director del “Jesuit Refugees Service” (Jrs) Sri Lanka, refiere haber encontrado “personas en situación verdaderamente desesperada”.
Siete aldeas (Senayoor, Sambur, Kattaiparichan, Santhosapurm, Nallur, Koonitheevu y Sudaikuda) han sido bombardeadas y ocupadas por el ejército, ocasionando graves sufrimientos a los civiles, obligados repentinamente a abandonar las propias casas y tierras. “Tras los ataques, los habitantes de veintidós aldeas cercanas han huido. La mayor parte de ellos ha encontrado refugio en edificios escolares, tiendas de campaña o bajo los árboles. He constatado las míseras condiciones de los campamentos y lo dramático de la situación en todo el área”, señala el Jesuita, que recientemente ha visitado la zona. “Algunas personas han sido acogidas y hospedadas por familias pobres. Con una gran generosidad muchas familias han acogido a familias en dificultad. En algunas casas no hay espacio, pero el corazón de las personas es lo bastante grande para acoger a quien está en la dificultad”, añadió.
El P. Vinny ha quedado profundamente emocionado del espíritu de solidaridad que ha visto en los campos de refugiados, que hoy son refugio para millares de familias, donde el Jrs distribuye agua y alimentos, dirige actividades psico-sociales, cursos para niños... Pero la generosidad de las personas - afirma - no puede hacer frente por si sola al progresivo deterioro de la seguridad. “En los últimos cuatro años jamás me había sentido tan inseguro e indefenso”, concluye.
Los religiosos, las ONGs, los voluntarios comprometidos en la zona, solicitan un esfuerzo y una mayor atención de la comunidad internacional para afrontar y resolver la crisis en Sri Lanka, que está causando un enorme sufrimiento entre la población civil. (Agencia Fides 6/7/2006 Líneas: 33 Palabras: 418)


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