VATICANO - “Nuestro papel es el de reforzar el diálogo entre las religiones, además que con las autoridades políticas y civiles, consciente cada uno de nosotros del papel y responsabilidad propios”. Delegación vaticana en el Encuentro de representantes de las Grandes Religiones promovido por el Patriarcado de Moscú

martes, 4 julio 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Inició el 3 de julio y se concluirá el 5 de julio en Moscú, el encuentro de los representantes de las Grandes Religiones, convocado por el Patriarca de Moscú Alessio II. El Patriarcado, además de los líderes espirituales cristianos, musulmanes, hebreos, budistas y sintoístas, procedentes de cuarenta y cuatro países, invitó a una Delegación vaticana, encabezada por el Cardenal Walter Kasper, Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, y compuesta por otros ocho miembros, entre ellos los Cardenales Paul Poupard, Roger Etchegaray, Godfried Danneels y Edgar McCarrick.
Objetivo del vértice es favorecer un intercambio de opiniones sobre temas como el papel de la fe y de la religión en la sociedad contemporánea, los problemas del diálogo y de la colaboración entre civilizaciones, los derechos humanos y la responsabilidad moral, la tutela de la familia y de la vida humana, el respeto de los sentimientos religiosos, el papel de los mass media, la responsabilidad ecológica.
El Cardenal Paul Poupard, Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura y el Diálogo interreligioso, en su intervención resaltó como, en general, “el nivel de confianza entre los creyentes de diversas confesiones está en aumento”.
“Como líderes religiosos - dijo el Cardenal Poupard - estamos profundamente preocupados por las orientaciones de los sistemas políticos que están principalmente basados en el poder económico en detrimento de la justicia y la solidaridad, y por la crisis de valores que afecta a la humanidad entera, sobre todo a los jóvenes”.
El Presidente del Pontificio Consejo hace referencia al creciente fenómeno de la globalización diciendo que “la globalización de los modelos culturales vacía los valores humanos a favor de la perdida de identidad de grupos enteros de nuestra sociedad”. Y añadió que “el Cristianismo ha sido durante dos mil años un factor primordial de unidad entre las gentes y sus culturas… Por su parte, la Iglesia Católica ha estado siempre comprometida en el diálogo intercultural e interreligioso, con la conciencia del papel insustituible que las religiones tienen en la humanización de la sociedad”.
El Cardenal concluyó su intervención haciendo referencia a las palabras del Arzobispo Metropolita Kyrill de Smolensk y Kaliningrad: “La crisis hacia la que la globalización está llevando a la humanidad puede ser evitada únicamente a través del compromiso común de todos los creyentes y de todas las personas de buena voluntad en el campo de la formación ética de la persona, la creación de cimientos adecuados para la coexistencia de los hombres”.
Durante el Encuentro se redactará un mensaje dirigido a los Jefes de Estado de los países del G8, a los políticos, a la opinión pública y a todos los miembros de las comunidades religiosas. (AP) (4/7/2006 Agenzia Fides; Righe:37; Parole:456)


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