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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Es importante que también a las familias de hoy llegue el memorable llamamiento que Juan Pablo II lanzó hace veinticinco años en la Exhortación apostólica Familiaris consortio: ¡Familia, sé lo que eres!” El llamamiento de Juan Pablo II fue repetido el domingo 2 de julio por Benedicto XVI antes de la recitación del Ángelus. En su discurso el Papa recordó la celebración del V Encuentro Mundial de las Familias, en Valencia, España. El primer encuentro de las familias tuvo lugar en Roma en 1994, con ocasión del Año Internacional de la Familia y, en aquella circunstancia, “el amado Juan Pablo II escribió una larga y apasionada meditación sobre la familia, que dedicó en forma de “Carta” a las familias del mundo entero”.
El tema de próximo Encuentro de Valencia es la transmisión de la fe en la familia. “A tal compromiso - dijo el Papa - se inspira el lema de mi visita apostólica a aquella ciudad: ‘¡Familia: vive y transmite la fe!’.” Tras esto, el Santo Padre recordó que hoy “la primera urgencia para los creyentes en Cristo es precisamente la de renovar la fe de los adultos, para que puedan comunicarla a las nuevas generaciones”, y que el camino de iniciación cristiana de los propios hijos “puede convertirse en una ocasión útil para que los padres vuelvan a acercarse a la Iglesia y profundizar cada vez más en la belleza y verdad del Evangelio”. En el rito del Bautismo, el padre o el padrino encienden una vela del Cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado y, dirigiéndose a los familiares, el celebrante dice: “Cuidad de que vuestro hijo, iluminado por Cristo, viva siempre como hijo de la luz”. “Este gesto, en el que está todo el sentido de la transmisión de la fe en la familia, para ser auténtico - subrayó el Papa -, debe estar precedido y acompañado por el compromiso de los padres a profundizar el conocimiento de la propia fe, reavivándose la llama con la oración y la asidua práctica de los Sacramentos de la Confesión y Eucaristía”. Después invitó a los presentes a rezar a la Virgen María “por el éxito del próximo gran Encuentro de Valencia, y por todas las familias del mundo, para que sean auténticas comunidades de amor y vida, en las que la llama de la fe se transmita de generación en generación”.
Después de la oración del Ángelus, el Santo Padre hizo un nuevo llamamiento por la paz en Medio Oriente: “Sigo con creciente preocupación los acontecimientos en Irak y Tierra Santa. Frente, por una parte, a la ciega violencia que realiza atroces matanzas, y por otra, a la amenaza del agravarse de la crisis que se ha hecho desde hace unos días aún más dramática, es necesaria la justicia, un serio y creíble compromiso de paz que, desgraciadamente, no se ve. Por eso invito a todos a unirse en una oración confiada y perseverante: el Señor ilumine los corazones y ninguno se sustraiga del deber de construir una convivencia pacífica, en el reconocimiento de que todo hombre, cualquiera que sea el pueblo al que pertenezca, es hermano”. Después el Papa recordó el Summit de los líderes religiosos, organizado por el Consejo Interreligioso de Rusia, que se desarrolla en Moscú del 3 al 5 de julio, a la que participa una Delegación de la Iglesia Católica: “La significativa reunión de tantos exponentes de las religiones del mundo indica el común deseo de promover el diálogo entre las civilizaciones y la búsqueda de un orden mundial más justo y pacífico. Deseo que, gracias al sincero compromiso de todos, se puedan encontrar ámbitos de efectiva colaboración, en el respeto y en la comprensión recíproca, para hacer frente a los desafíos actuales” (SL) (Agencia Fides 3/7/2006 Líneas: 46 Palabras: 671)
