INSTRUMENTUM MENSIS MAII PRO LECTURA MAGISTERII SUMMI PONTIFICI BENEDICTI XVI PRO EVANGELIZATIONE IN TERRIS MISSIONUM

sábado, 10 junio 2006

El mes de mayo del Papa Benedicto XVI culminó con la histórica visita a Polonia, con ocasión del segundo viaje apostólico del Santo Padre fuera de Italia. Un viaje que, como lo definió poco días antes de partir el mismo Benedicto XVI durante la audiencia general en Plaza San Pedro ha sido “una peregrinación tras las huellas de Juan Pablo II, una peregrinación de fe”. Durante la audiencia general del 31 de mayo, tres días después del regreso de Polonia, Benedicto XVI comentó las etapas de su viaje. El Santo Padre recordó la visita histórica al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, allí donde “como en otros campos semejantes - dijo el Pontífice-, Hitler hizo exterminar a más de seis millones de judíos”. “En Auschwitz-Birkenau, continuó el Santo Padre, murieron también cerca de 150.000 polacos y decenas de miles de hombres y mujeres de otras nacionalidades. Ante el horror de Auschwitz no hay otra respuesta que la cruz de Cristo: el Amor que desciende hasta el fondo del abismo del mal, para salvar al hombre en la raíz, donde su libertad puede rebelarse contra Dios”. El Papa pidió a continuación no olvidar “Auschwitz y las demás ‘fábricas de la muerte’, en las que el régimen nazi trató de eliminar a Dios para ocupar su lugar”. “No debe caer en la tentación del odio racial, que está en la raíz de las peores formas de antisemitismo. Los hombres deben volver a reconocer que Dios es Padre de todos y que a todos nos llama en Cristo para construir juntos un mundo de justicia, de verdad y de paz. Esto es lo que queremos pedir al Señor, por intercesión de María, a quien hoy, al concluir el mes de mayo, contemplamos visitando con diligencia y amor a su anciana prima Isabel”.


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