Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Luanda (Agencia Fides) - El agua contaminada por residuos, los oleoductos, las descargas… son la causa principal de la difusión de la epidemia de cólera que afecta a los habitantes de la periferia de Luanda. La más seria del último decenio, con cerca de 43.000 angoleños contagiados y más de 1.600 muertos desde comienzos del mes de febrero.
Apenas la mitad de los habitantes tienen los servicios higiénicos adyacentes a las casas, sólo un habitante de cada seis dispone de agua corriente y, para muchos de ellos, proviene de un depósito común. La mayor parte de las aldeas no disponen de sistemas de drenaje. Se estima que harían falta 22.000 camiones sólo para eliminar los residuos.
Nadie sabe exactamente cómo esta epidemia de cólera haya reaparecido tan ferozmente después de tanto tiempo en Angola. Los epidemiólogos sostienen que la larga ausencia de la enfermedad ha empeorado la situación en cuanto que la población no ha desarrollado los anticuerpos necesarios para inmunizarse. La primera población afectada fue Boa Vista, una barriada de chabolas a pocos minutos del centro de Luanda, frente a las conducciones para el aceite. A pesar de las precauciones de los habitantes en lavar los alimentos, las casas están demasiado cerca de los asentamientos.
Desde Boa Vista, la epidemia se ha extendido a cada ángulo de Luanda asolando catorce de las dieciocho provincias que la forman.
Por desgracia Angola no es el único país que sufre esta plaga. Otra epidemia se ha despertado en Sudán llegando hasta Darfur, creando una grave amenaza para los 2,5 millones de refugiados tras huir de la guerra civil y que viven en los campos para prófugos en situaciones terribles. La epidemia, iniciada en el sur de Sudán a fines de enero, ha matado al menos a 516 personas. La Organización Mundial de la Salud en Nyala (Sur Darfur) ha confirmado 56 casos en la región occidental, además de una muerte. (AP) (Agencia Fides 19/6/2006 Líneas: 28 Palabras: 350)
