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Roma (Agencia Fides) - “Queremos continuar nuestra obra misionera, aunque hay dificultades objetivas, ligadas a la general crisis de vocaciones que golpea desde hace tiempo a la Iglesia en Europa”, manifestó a la Agencia Fides don Carlo Speccher, Director del Departamento para las Misiones de la Archidiócesis de Trento. “El Espíritu, que nos guía a través de caminos frecuentemente misteriosos, nos indicará modalidades nuevas para continuar nuestra actividad misionera”.
Trento cuenta con una larga tradición de obras misioneras. “Actualmente - dice don Carlo - son cerca de 400 entre sacerdotes ‘Fidei Donum, religiosos, religiosas y laicos de origen trentino que difunden la Buena Nueva en todo el mundo”.
“De estos - precisa el responsable del Departamento para las Misiones - alrededor de 200 trabajan en América Latina, 150 en África y el resto entre Asia, Oceanía y Europa”.
El mismo don Carlo tiene una profunda experiencia misionera, habiendo desarrollado su ministerio como “Fidei Donum” en la misión de Gagal, en la diócesis de Pala, en El Chad. “En Gagal nuestra archidiócesis fundó en 1982 una misión para salir al encuentro de las exigencias de la Iglesia local”, cuenta don Carlo. “Trabajan allí algunos sacerdotes ‘Fidei Donum’ de Trento en colaboración con las Hermanas de la Inmaculada Concepción, una congregación femenina brasileña, fundada por Santa Paulina Visintainer. Esta Santa es un ejemplo de la vocación misionera de los trentinos, que se ha desarrollado también a través de la emigración en tierras lejanas. Santa Paolina, nacida en Trento, a la edad de 12 años emigró con la propia familia a Brasil. Aquí fue madurando la vocación religiosa que la llevó hasta la fundación de una nueva congregación. Canonizada por Juan Pablo II, Santa Paolina Visintainer es, al mismo tiempo, la primera santa de Trento y la primera santa de Brasil”.
“En la misión de Gagal, las religiosas de Santa Paolina desarrollan además de las actividades de animación pastoral, también una importante serie de acciones de desarrollo social”, recuerda el responsable del Departamento Misionero. “En particular, las religiosas gestionan farmacias rurales, una pequeña clínica obstetra, y enseñan a las madres cómo garantizar a sus hijos una alimentación correcta con los recursos disponibles. Junto a ellas trabajan los voluntarios de la Asociación de Cooperación Cristiana Internacional, un ente de voluntariado católico con sede en Trieste”.
“La realidad de la misión es por tanto un componente fundamental para la vida de nuestra Archidiócesis”, concluye don Carlo. “Por esto, nuestro Arzobispo, Mons. Luigi Bressan, ha hecho un llamamiento a los sacerdotes locales para que consideren la posibilidad de desarrollar su servicio como ‘Fidei Donum’ en Gagal, donde el trabajo de nuestros misioneros es muy apreciado por Mons. Jean-Claude Bouchard, Obispo de Pala y Presidente de la Conferencia Episcopal del Chad”. (LM) (Agencia Fides 14/6/2006 Líneas: 38 Palabras: 485)
