ASIA/INDIA - Una diócesis particularmente comprometida en combatir el tráfico de seres humanos, sobre todo tribales

lunes, 12 junio 2006

Nueva Delhi (Agencia Fides) - La diócesis de Ambikapur, en el estado de Chhattisgarh (India centro-oriental) trabaja en la lucha contra el tráfico de seres humanos, sobre todo tribales. Lo de la trata y explotación de seres humanos es un fenómeno triste y difundido: frecuentemente niños, muchachas y mujeres pertenecientes a tribus indígenas, a familias pobres y analfabetas, son atraídas mediante el engaño por individuos que son en realidad traficantes de seres humanos. Terminan así en el mercado de trabajo negro o de la explotación sexual en ciudades como Delhi, Bombay, Calcuta o en otras zonas de la India.
Frecuentemente las familias víctimas del engaño son católicas (así sucede en la diócesis de Ambikapur). Para engañarlas, los traficantes afirman que las jóvenes irán a trabajar como domésticas en casas de fieles católicos más ricos o en institutos y colegios católicos. En cambio, muchas de ellas son iniciadas en la prostitución. La diócesis de Ambikapur trabaja con fuerza en la recuperación de estas personas, que se estima sean en el territorio 6.000 o 7.000. A través de congregaciones religiosas, laicos comprometidos en la labor social, se trata de localizar a las muchachas, asistirlas y devolverlas a sus familias de origen.
El tráfico de seres humanos es una auténtica plaga a escala mundial, difundida en todos los continentes, cuestión emergente en el ámbito de la salvaguarda de los derechos humanos en el nuevo milenio. Las estimaciones del fenómeno son muy difíciles, porque nos movemos en el ámbito de la ilegitimidad absoluta, pero se piensa que son al menos 800.000-900.000 las víctimas de tal tráfico cada año. Se trata, en la mayor parte de los casos, de mujeres y niños que son vendidos como esclavos para fines sexuales.
El desafío atañe a casi todas las naciones del mundo: el turismo del sexo es la principal fuerza motora del tráfico de seres humanos que continúa prosperando porque los gobiernos de muchos países toleran su existencia. Según datos recogidos por la ONU, el tráfico de seres humanos produce a las redes criminales de 7 a 10 millones de dólares al año. Las víctimas son generalmente personas pobres y vulnerables, que buscan desesperadamente mejorar sus condiciones de vida para sí y para su familia. (Agencia Fides 12/6/2006 Líneas: 29 Palabras: 388)


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