ASIA/COREA DEL SUR - La energía es un bien de todos: Mensaje de la Comisión “Justicia y Paz” para la Jornada del Ambiente

lunes, 5 junio 2006

Seúl (Agencia Fides) - La energía es un bien de todos: es necesario utilizarla con moderación porque los recursos no son eternos. Deben buscarse e incentivarse fuentes energéticas sostenibles que respeten la naturaleza y el hombre. Así afirma el Mensaje difundido por la Comisión “Justicia y Paz” de la Conferencia Episcopal coreana, para la Jornada del Ambiente, que se celebra el 5 de junio de 2006. El Mensaje tiene por título: “Un tiempo de gran transición en el uso de la energía: de los combustibles fósiles a las nuevas fuentes de energía sostenibles” y está firmado por el Obispo que es Presidente de la Comisión, Mons. Boniface Choi Ki San.
El texto reconoce que los desastres naturales, que en diversas partes del mundo golpean a la humanidad, dependen de la mala relación que el hombre ha establecido con la naturaleza, desde la explotación indiscriminada de los recursos, a la tala de bosques, desde el recalentamiento de la superficie terrestre debido al agujero de ozono, a la ausencia de políticas industriales que, a escala mundial, establezcan standards sostenibles para el ambiente.
El Mensaje invita a los fieles católicos y a todos los ciudadanos coreanos a cambiar de estilo de vida, pasando de un consumo incontrolado a un “consumo crítico”, que significa saber utilizar bienes primarios como el agua, con sentido de discreción y responsabilidad; utilizar materiales reciclables, realizar cada día alecciones y gestos no contaminantes sino respetuosos con la Creación. La relación entre humanidad y Creado parece haberse resquebrajado: es necesario recuperar una elección sana, de intercambio de dones, entre humanidad y creación.
Con ocasión de la “Jornada del Ambiente”, la Iglesia Católica en Corea señala algunas cuestiones como puntos válidos de reflexión para todos los ciudadanos: la salvaguarda de la Creación, como obra de Dios, manifestación de su potencia creadora; la defensa de la vida, don supremo de Dios Creador; la vuelta a una vida sencilla, en contacto con la naturaleza, lugar en el que el hombre se encuentra a sí mismo y su relación con Dios. (Agencia Fides 5/6/2006 Líneas: 27 Palabras: 364)


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