ASIA/MYANMAR - Jóvenes y adolescentes atraídos por el carisma de don Bosco: la misión de la Familia Salesiana en la iglesia birmana refuerza la pastoral juvenil

sábado, 3 junio 2006

Yangon (Agencia Fides) - El carisma de don Bosco atrae a jóvenes y adolescentes en Myanmar. Estos son conquistados por el mensaje de amor de Jesucristo y por el estilo pastoral de los Salesianos. Cada vez son más los que piden unirse a la familia religiosa Salesiana, animados por el deseo de llegar a ser "pequeños evangelizadores".
Los religiosos Salesianos en Myanmar son 45, hay luego 9 novicios y numerosos aspirantes, y las religiosas Hijas de Maria Auxiliadora tienen 25 hermanas entre Camboya y Myanmar y numerosas novicias. En el mes de mayo - informa la Agencia Salesiana Ans - ha comenzado una nueva presencia en el país, el "Don Bosco Educational Services" y en el área de Wa se ha renovado la convención por la presencia misionera ya activa desde hace 25 años.
También gracias a la presencia de los Salesianos y de otras órdenes religiosa como los Franciscanos y Jesuitas, la Iglesia en Myanmar está reforzando su trabajo en la pastoral juvenil: están multiplicando las actividades espirituales y pastorales destinadas específicamente a jóvenes, , estudiantes, seminaristas. La comunidad católica también trabaja por la recuperación de chicos y adolescentes que no tienen instrucción y a menudo tampoco una familia porque en el pasado se vieron obligados a ser niños-soldado. Fruto de esta labor es un crecimiento de las vocaciones: en la diócesis de Hakha, en Myanmar Occidental, en la frontera con India, hay al menos 70 seminaristas, pero en todo el país aumentan los jóvenes deseosos de ofrecer su vida a Jesucristo. En efecto, son cerca de 1.300 los estudiantes en los diversos seminarios que se encuentran por el país, a la vez que florecen nuevas congregaciones religiosas diocesanas.
La Iglesia de Myanmar, apunta mucho además, sobre los jóvenes como protagonistas de la evangelización: a menudo jóvenes voluntarios católicos birmanos van por las aldeas de las áreas rurales y montañosas y llegan donde los sacerdotes y religiosos no consiguen llegar. Los jóvenes se ven a menudo implicados también en actividades sociales, trabajando en escuelas, dispensarios, hospitales, sobre todo en las áreas remotas, gracias al auxilio de las congregaciones religiosas.
Myanmar es un país gobernado por una junta militar que concede limitada libertad religiosa. En un país de mayoría budista, la comunidad católica cuenta con 600.000 fieles sobre una población de 51 millones de habitantes, a los que se les permite testimoniar la fe y practicar el culto. La fe de la comunidad católica se expresa sobre todo en las obras de caridad: la Iglesia administra casas para minusválidos y enfermos terminales, leproserías, orfanatos, dónde se acogen personas de todas las religiones. Hay además numerosas escuelas, administradas en su mayoría por congregaciones religiosas femeninas. (Agencia Fides 3/6/2006 Líneas: 34 Palabras: 468)


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