VATICANO - El Papa a los jóvenes: “¡No tengáis miedo de apoyaros en Cristo! ¡Tened nostalgia de Cristo como fundamento de la vida! ¡Encended en vosotros el deseo de construir vuestra vida con Él y por Él!”

lunes, 29 mayo 2006

Cracovia (Agencia Fides) - En la tarde del sábado 27 de mayo, el Santo Padre Benedicto XVI visitó la catedral de Wavel. A continuación se dirigió al Parque de Blonie, lugar de todas las Celebraciones Eucarísticas de Juan Pablo II en Cracovia, para encontrarse con los jóvenes allí reunidos. Tras el saludo del Arzobispo de la ciudad, el Cardenal Estanislao Dziwisz, y los testimonios de algunos jóvenes, el Santo Padre pronunció su discurso tomando como tema el pasaje evangélico de la casa construida sobre roca.
“En el corazón de todo hombre está el deseo de una casa. Tanto más en un corazón joven está este gran deseo de tener una casa propia, que sea sólida, a la cual se pueda no sólo regresar con alegría, sino que también con alegría se pueda acoger a todo huésped que llegue - dijo Benedicto XVI -. ¡No tengáis miedo de este deseo! ¡No lo rehuyáis! ¡No os desaniméis a la vista de las casas derrumbadas, de los deseos vanos, de las nostalgias desvanecidas!”
Pero, “¿Cómo construir esta casa?”, se preguntó el Papa. “Construir sobre la roca quiere decir antes que nada: construir sobre Cristo y con Cristo… significa construir sobre un fundamento que se llama amor crucificado”. Quiere decir construir con Uno que nos considera como algo precioso a sus ojos, que es siempre fiel, que se inclina constantemente sobre el corazón herido del hombre… “Construir sobre Cristo quiere decir finalmente fundar sobre su voluntad todos nuestros deseos, nuestras esperanzas, nuestros sueños, ambiciones y todos nuestros proyectos”. “Amigos míos, no tengáis miedo de apoyaros en Cristo! ¡Tened nostalgia de Cristo como fundamento de la vida! ¡Encended en vosotros el deseo de construir vuestra vida con Él y por Él!”
“Construir sobre la roca significa construir sobre Cristo y con Cristo, que es la roca”, dijo todavía el Papa. “En camino sobre los caminos de la vida, quizás a veces no somos conscientes de la presencia de Jesús. Pero justo esta presencia, viva y fiel, la presencia en la obra de la creación, la presencia en la Palabra de Dios y en la Eucaristía, en la comunidad de los creyentes y en cada hombre redimido por la Sangre Preciosa de Cristo, esta presencia es la fuente inagotable de la fuerza humana…” “Construir sobre la roca significa también construir sobre Uno que ha sido rechazado… El hecho innegable de la elección de Jesús por parte de Dios no esconde el misterio del mal, a causa del cual el hombre es capaz de rechazar a Aquel que lo ha amado hasta el extremo. Este rechazo de Jesús por parte de los hombres… se prolonga en la historia de la humanidad y llega hasta nuestros tiempos”.
“Construir sobre roca quiere decir ser conscientes de que tendremos contradicciones… Cristo no promete que sobre la casa en construcción no caerá nunca un chaparrón… Haber construido sobre roca significa poder contar con que en los momentos difíciles hay una fuerza segura sobre la que confiar… Es una necedad construir sobre la arena, cuando se puede hacer sobre roca, teniendo así una casa capaz de resistir las tormentas. Quien sabe, quizás es más fácil fundar la propia vida sobre las arenas movedizas de la propia visión del mundo, construir el propio futuro lejos de la palabra de Jesús y, a veces en contra de ella. Sin embargo, quien construye de esta manera no es prudente, porque quiere persuadirse a si mismo y a los demás de que en su vida no se desencadenarán tempestades, que ninguna ola golpeará su casa”.
“Construir sobre roca quiere decir también construir sobre Pedro y con Pedro… Si Cristo, la Roca, la piedra viva y preciosa, llama a su Apóstol piedra, significa que Él quiere que Pedro, y junto a él la Iglesia entera, sea signo visible del Único Salvador y Señor… Por eso os digo: ¡no tengáis miedo de construir vuestra vida en la Iglesia y con la Iglesia! Estad orgullosos del amor por Pedro y por la Iglesia a él confiada. ¡No os dejéis engañar por aquellos que quieren contraponer a Cristo con la Iglesia!... No olvidéis que ni aquel Pedro que está observando nuestro encuentro desde la ventana de Dios Padre, ni este Pedro que ahora está ante vosotros, ni ningún Pedro que vendrá estará jamás contra vosotros ni contra la construcción de una casa duradera sobre roca. Es más, comprometerá su corazón y las dos manos para ayudaros a construir la vida en Cristo y con Cristo”.
El Santo Padre concluyó su discurso exhortando a los jóvenes con estas palabras: “Sed testigos de esperanza, de aquella esperanza que no tiene miedo de construir la casa de la propia vida, porque sabe bien de poder contar sobre el fundamento que jamás se derrumbará: Jesucristo, nuestro Señor”. Al finalizar el Santo Padre bendijo la primera piedra del Centro Juan Pablo II y entregó a los jóvenes la “Llama de la Misericordia”, confiándoles la misión de evangelizar el mundo. (SL) (Agencia Fides 29/5/2006 Líneas: 58 Palabras: 881)


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