ASIA/INDIA - Agradecimiento de la Iglesia al gobierno de la Unión India por la admisión de los sin casta a las universidades públicas

sábado, 27 mayo 2006

Nueva Delhi (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal India ha expresado satisfacción y agradecimiento ante la decisión del gobierno de la Unión India de reservar el 50% de las inscripciones en las universidades públicas a jóvenes pertenecientes a las castas más bajas o sin casta. La decisión ha generado la protesta de amplios sectores de la sociedad india (todavía rígidamente dividida), pero ha sido acogida favorablemente por entes y asociaciones que piden justicia social e igualdad de oportunidades en la sociedad india. La Iglesia Católica ha apreciado el gesto, “porque promueve la justicia y la armonía, dado que la mayor parte de los fieles cristianos son dalit (los “intocables”), tribales o personas procedentes de las castas más bajas, que se beneficiarán de esta disposición”, explicó el sacerdote P. Philomin Raj, que trabaja para mejorar la vida de los miembros de las castas más bajas.
El sistema de las castas, nacido en la India en 1500 a.C., estratificaba la sociedad en castas superiores e inferiores, legitimando discriminaciones políticas, sociales y culturales. El hinduismo en el pasado dio a esta separación una envoltura religiosa afirmando que las castas tienen un origen divino. El de las castas era un sistema cerrado que no prevé el paso de una casta a otra. El “castismo” fue definido por Gandhi “el elemento que llevará el hinduismo a la muerte”.
En la India los representantes de los 160 millones de dalit (literalmente “los oprimidos”, los sin casta, relegados a vivir al margen de la sociedad) luchan desde hace años contra la discriminación del sistema de las castas. Si bien la Constitución india afirma que ningún ciudadano debe sufrir tratamientos discriminatorios, el sistema injusto y opresivo continúa perpetuándose. Según recientes estimaciones, en la India existen unos tres millones de personas en estado de esclavitud, mientras que las leyes contra la discriminación son completamente ignoradas por las autoridades. El sistema de castas constituye una forma desviada de amortiguador social, que mantiene sometidos a millones de personas gracias a una ideología político-religiosa que no respeta la libertad del hombre.
La Iglesia católica desde siempre ha combatido este sistema inicuo y perverso, trabajando a favor del desarrollo y del progreso de las masas de los desheredados y marginados, siguiendo el principio según el cual todos los hombres son hijos de un único Padre, coherederos de Cristo, poseedores de la misma dignidad de criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios. Por eso los movimientos fundamentalistas hindúes atacan a la Iglesia, considerando el trabajo de promoción humana, llevado a cabo por sacerdotes y misioneros católicos, como un peligro para el sistema de las castas.
Los Obispos indios explican: “Poner en práctica los principios de igualdad y justicia echaría por tierra el sistema de las castas, con fuertes implicaciones políticas. Los privilegiados, de las castas más altas, aprecian a los cristianos mientras dan de comer a los pobres, pero los combaten si tratan de cambiar la sociedad y la economía. Pero el mensaje cristiano es claro: globalización en la solidaridad para el desarrollo de todos los seres humanos. (Agencia Fides 27/5/2006 Líneas: 42 Palabras: 532)


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