ASIA/TAILANDIA - Nuevos refugiados de etnia karen llegan a Myanmar, donde se agudiza el conflicto

miércoles, 24 mayo 2006

Bangkok (Agencia Fides) - El conflicto se agudiza, la miseria humana aumenta, las violaciones de los derechos humanos continúan: por estas razones en el curso de los últimos tres meses, más de 2.000 refugiados provenientes de Myanmar (ex Birmania) han atravesado los confines con Tailandia, huyendo de la región de Kayin, donde las condiciones de seguridad han empeorado visiblemente y la vida se ha hecho imposible, a causa del conflicto abierto entre el ejército birmano contra grupos étnicos minoritarios, considerados hostiles al régimen de Yangon.
La semana pasada unas 400 personas atravesaron la frontera, y se esperan nuevas llegadas. Los refugiados han llegado a los campos dirigidos por el gobierno tailandés, en colaboración con el Alto Comisariato ONU para los Refugiados (Acnur) y algunas organizaciones no gubernamentales, sobre todo en el área de Mae Hong Son, al Norte de Tailandia. Los refugiados son predominantemente de etnia karen y han declarado que sus casas y aldeas han sido incendiados y que muchos civiles inocentes han sido asesinados. Muchos de los refugiados han llegado en condiciones de una gran debilidad física, enfermos de malaria, tras el largo y peligroso viaje que han debido afrontar, atravesando incluso campos minados.
Según previsiones del Acnur, durante las próximas semanas más refugiados buscarán asilo en Tailandia. Muchos refugiados han pasado por el campo de refugiados internos de Eh Htu Hta, situado en Myanmar, apenas al otro lado de la frontera. Afirman que allí centenares de karen refugiados viven en condiciones desesperadas. Los refugiados en aquel campo están a la espera de ver si las condiciones de sus áreas de procedencia mejoran, de forma que puedan volver a ellas. En caso contrario, si las condiciones empeorasen, es posible que intentaran atravesar la frontera y entrar en Tailandia.
También la organización para los derechos humanos Christian Solidarity Worldwide denunció recientemente el empeoramiento de las condiciones de vida y las violaciones de los derechos humanos contra las comunidades de etnia karen en Myamar, hablando de “violenta ofensiva del ejército birmano contra aldeas indefensas”.
El Acnur está colaborando con el gobierno tailandés y con organizaciones no gubernamentales, como el Jesuit Refugee Service, para hacer que los recién llegados sean admitidos en el campo y que reciban alojamiento y protección adecuados. El alojamiento constituye una de las principales preocupaciones, porque algunos campos están realmente atestados de gente. En algunos campos, los refugiados han sido obligados a vivir en albergues provisionales construidos con toldos de plástico que no resisten a las fuertes lluvias que golpean la zona. La semana pasada las autoridades tailandesas han dado el permiso para construir casas adecuadas para acoger a los recién llegados. Actualmente en Tailandia, en nueve campos repartidos en la zona de confín, viven 140.000 refugiados birmanos, muchos de los cuales de más de veinte años. (Agencia Fides 24/5/2006 Líneas: 38 Palabras: 479)


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