AFRICA/KENYA - Tras el nacimiento de los primeros niños keniatas fruto de la fecundación in vitro, los Obispos reafirman la posición de la Iglesia: “el procedimiento es moralmente inaceptable”

martes, 23 mayo 2006

Nairobi (Agencia Fides) - Los Obispos de Kenya han definido la fecundación “in vitro” como un “procedimiento moral inaceptable”. El reciente documento, firmado por Su Exc. Mons. John Njue, Presidente de la Conferencia Episcopal de Kenya, ilustra la posición católica respecto a la técnica de la fecundación artificial. “En los días pasados hemos sido informados acerca del nacimiento de los primeros niños keniatas fruto de la fecundación “in vitro”. Muchas personas están perplejas - afirma el documento -, y entre ellas también muchas parejas sin hijos, respecto a la moralidad de estas prácticas. Sentimos, por lo tanto, la necesidad de responder e informar a todos los cristianos y al pueblo de Dios respecto a tales cuestiones éticas”.
El documento de los Obispos prosigue: “Hemos hablado ya sobre el tema del respeto a la vida en la declaración del 29 de abril 2006. Cada vez que tocamos la cuestión de la vida, debemos partir de algunos principios claros e indiscutibles: que la vida es sagrada, en todo momento, en toda condición, desde la concepción hasta la muerte natural. Que nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie en ningún momento. Que la vida es un don de Dios que Él concede cuando y como Él desea. La vida sigue siendo un misterio a pesar de los grandes progresos logrados por la tecnología y la ciencia”.
La solución de los niños generados “in vitro” podría parecer que resuelve las situaciones difíciles de muchas parejas que no tienen hijos. “La infertilidad - prosigue Mons. Njue - es una condición que justamente atrae a buena parte de la simpatía pública. Sin duda es el sueño de todos casarse y tener hijos. Y es por tanto comprensible que la atención se dirija inevitablemente al malestar que la infertilidad puede causar a las parejas sin hijos. Comprendemos el sufrimiento de estas parejas y su espera de los niños. Sabemos de los muchos progresos hechos por la ciencia y la medicina que usan tratamientos diversos cada vez en mayor número para estas parejas. Efectivamente, existen muchos tratamientos y procedimientos aceptables que salvaguardan los principios del respeto a la vida y dignidad de la persona humana. Los Obispos elogian los grandes progresos realizados, pero se reafirman en que es necesaria una gran cautela hacia los métodos que son “moralmente inaceptables”.
Los padres sin hijos sufren grandes presiones y están sujetos a una fuerte carga emotiva que les puede conducir a tomar decisiones que, en otras circunstancias, verían claramente como equivocadas. La fertilización in vitro comporta diversas cuestiones éticas. “Considerado desde un punto de vista ético, este procedimiento es moralmente no ético”, señala el documento, que ilustra los motivos de este juicio, en cuanto que la práctica está en contraste con el orden moral querido por Dios. A través del procedimiento de la fecundación in vitro “se socava la dignidad del niño. Se convierte en un objeto de manipulación y en algo que se quiere poseer a toda costa. Aún más grave es que para conseguir un nacimiento, muchos otros deben perder la vida. Hemos afirmado repetidas veces que la vida comienza con la concepción, y que la nueva vida, que es una persona, tiene sus derechos. Este procedimiento daña también la dignidad de la madre… se entromete en la intimidad de la vida matrimonial”.
El documento recuerda también la enseñanza de Juan Pablo II en relación con tal procedimiento moralmente inaceptable: “El acto con el que el esposo y la esposa se convierten en padre y en madre a través de la entrega recíproca total los hace cooperadores del Creador al traer al mundo un nuevo ser humano, llamado a la vida para la eternidad”. . Ese tema encierra graves problemas e implicaciones, que merecen un atento examen. Están en juego valores esenciales no sólo para el fiel cristiano, sino también para el ser humano en cuanto tal.
“Sabemos que muchas parejas sin hijos han aceptado valientemente su situación y dirigido su maternidad y paternidad a la sociedad en manera encomiable - concluye el documento -. Sabemos también que a pesar de la presión emotiva, muchas parejas no elegirán el método de la fertilización in vitro conscientes de que el procedimiento es moralmente inaceptable. Nos sentimos muy cercanos a estas parejas y les exhortamos a recurrir a las prácticas moralmente aceptables de fecundación asistida o a la adopción. El amor entre marido y mujer puede ser reforzado si afrontan y aceptan este impedimento unidos, y con un espíritu cristiano, y de esta manera eligen aceptar y superar el dolor de su condición de no tener hijos. La elección de rechazar la fertilización in vitro por motivos morales será una expresión de su deseo de tener hijos de una manera que tenga en cuenta el respeto del niño y de la dignidad de la procreación humana. Dios nos ha dicho ‘sed fecundos y multiplicaros’, pero nos ha dicho también ‘no matarás’. Y nosotros debemos obedecer a todos sus mandamientos”. (R.F.) (Agencia Fides 23/5/2006 Líneas: 60 Palabras: 860)


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