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Colombo (Agencia Fides) - Más de mil prófugos, huyendo del conflicto del Norte de Sri Lanka, han llegado a la región de Tamil Nadu, en la India meridional. La mayor parte de los refugiados ha llegado a través del mar, atravesando en barca el estrecho que separa los dos países. Ha lanzado la alarma el Alto Comisariato ONU para los Refugiados en Chennai, India, numerosas organizaciones no gubernamentales y las iglesias locales de Tamil Nadu, que se han puesto en marcha para acoger a los refugiados. Se considera que los refugiados, llegados a lo largo de las últimas semanas, provienen de la región de Tricomalee, en el Sri Lanka nororiental, que se encuentra a una distancia considerable del punto de partida, en el noroeste de la isla. Una vez llegados a la India, los refugiados han declarado haber huido asustados ante el rápido deterioro de la seguridad. Según las últimas informaciones, otros grupos han iniciado también la huida, un flujo que podría continuar aumentando. Una vez llegados a la India, los refugiados son alojados en campos organizados por las autoridades gubernamentales, donde se les proporciona la asistencia básica. En estos campos viven ya cerca de 60.000 refugiados de Sri Lanka, llegados a la India a lo largo de los veinte años de guerra civil en Sri Lanka.
El último flujo de refugiados huidos de la isla invierte la tendencia que se había ido consolidando en el curso del año 2005, cuando la Acnur había acompañado a 1.173 refugiados para que pudieran volver a Sri Lanka desde los campamentos de la India meridional.
Mientras, en el nordeste de Sri Lanka las condiciones de seguridad continúan siendo fuertemente inestables. Desde comienzos del mes de abril, cuando la violencia ha aumentado de forma decidida, en torno a 31.000 personas han tenido que abandonar sus hogares si bien no han abandonado aún el distrito de Trincomalee, mientras que las víctimas del conflicto en los últimos treinta días suman 200 muertos.
La situación de violencia ha generado una profunda preocupación en los líderes religiosos que recientemente han alzado la voz, pidiendo al Secretario general de la ONU que adopte decididas medidas en contra de la violencia para garantizar la protección a los civiles, atrapados en el conflicto. Los religiosos se han manifestado ante las oficinas de la Acnur en Killinochchi, al norte de la isla, entregando un memorandum dirigido a Kofi Annan.
El documento expresa “horror y repugnancia frente a los últimos asesinatos de inocentes en Sri Lanka, mujeres, niños, ancianos”, pidiendo que se ponga fin a una escalada hecha de homicidios, bombas y raptos. Sobre el estado de emergencia, todavía en vigor, los líderes denuncian que “se usa para realizar intolerables y humillantes atrocidades contra los civiles”, pidiendo a las autoridades y a todos los testigos que denuncien los episodios de violaciones de los derechos humanos que continúan siendo perpetrados. (Agencia Fides 22/5/2006 Líneas: 38 Palabras: 504)
