AMERICA/BRASIL - Santificar el domingo, reservar un día a la semana para la Adoración Eucarística, hacer nuestras comunidades más eucarísticas, actuar en todos los ámbitos con la fuerza de la Eucaristía: algunos compromisos del 15º Congreso Eucarístico Nacional de Brasil

lunes, 22 mayo 2006

Florianópolis (Agencia Fides) - “Salimos del Congreso con una disposición misionera de hacer a todos la invitación : ‘¡Venid y ved!’”: se lee en la Carta Eucarística conclusiva dirigida a todo el pueblo católico y a toda la Iglesia brasileña, para confirmar la fe en la Eucarística, publicada al término del 15º Congreso Eucarístico Nacional de Brasil que se ha celebrado del 18 al 21 de mayo en la Arquidiócesis de Florianópolis (Brasil), con el tema “El está con nosotros” y el eslogan “Venid y ved”.
La primera parte de la Carta es una reiteración y confirmación de los Delegados y participantes de su fe en la Eucarística: “Creemos que la Eucaristía es fuente y cumbre de la evangelización de las personas, las comunidades y las sociedades; creemos que la Eucaristía promueve la vida, dignidad y libertad de toda persona; creemos que la Eucaristía renueva nuestras comunidades; creemos que la Eucaristía transforma nuestras sociedades y los graves problemas sociales como son el paro, la corrupción, la violencia, la criminalidad y el narcotráfico”.
“En la Eucaristía - continua la Carta - vivimos una espiritualidad de comunión, que es una fuerza renovadora de las comunidades, parroquias, vocaciones, pastores y movimientos. En la Eucaristía nos asemejamos a las primeras comunidades cristianas que tenían un solo corazón y una sola alma, ponían todo el común de modo que no había necesitados entre ellos”. Además, se lee también en el texto, en la Eucaristía “descubrimos nuestra misión de construir una sociedad de justicia e igualdad, donde los pobres, predilectos de Dios, ocupen el primer puesto”.
Posteriormente los participantes señalan una serie de compromisos como fruto del Congreso: santificar el domingo, día del Señor para alimento de nuestra espiritualidad personal y familiar, comunitaria y social; reservar un día a la semana en las comunidades para la Adoración al Santísimo Sacramento; hacer nuestras comunidades más eucarísticas visitando a las familias, por medio de grupos de oración, de reflexión bíblica y de opción decidida por los pobres y por último, actuar en todos los ámbitos de la sociedad con la fuerza de la Eucaristía. “Haremos todo lo posible- concluye la Carta - para que la experiencia vivida aquí, de presencia del Señor, sea una realidad vivida en el día a día en nuestras comunidades”. (RG) (Agencia Fides 22/5/2006 Líneas: 30 Palabras: 412)


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