ASIA/TAILANDIA - “Los Salesianos en Tailandia, una presencia importante para la formación de los jóvenes y las obras sociales, como la realizada con los invidentes”: la experiencia del misionero Salesiano P. Carlos Velardo

viernes, 19 mayo 2006

Bangkok (Agencia Fides) - “Los Salesianos son en la actualidad una presencia importante para la Iglesia Tailandesa y para toda la población. Trabajamos sobre todo en el campo de la educación de los jóvenes, en la instrucción en el campo de la formación profesional, ofreciendo una gran ayuda a la Iglesia local a nivel pastoral y en numerosas obras sociales”. Así se expresa el P. Carlo Velardo, Salesiano de 56 años, misionero desde hace 30 en Tailandia, explicando la historia y el trabajo de los Salesianos en el país. El P. Carlo nos cuenta su experiencia en el “Centro para la instrucción y formación profesional de invidentes”, dirigido por él con la colaboración de otro salesiano tailandés, el P. John Somchart Phiewliang.
La historia de la misión Salesiana en Tailandia se inició en los años 30, con la llegada de los primeros religiosos de Italia y China, para hacer crecer la Iglesia en la zona meridional del país, es decir, la península de Malaca: “Los Salesianos empezaron a constituir pequeñas comunidades cristianas, en aldeas a lo largo de la línea ferroviaria que une Bangkok con el sur del país. Desde el principio, junto a las parroquias surgían las escuelas, según el carisma específico de don Bosco. Se creaban así puntos de encuentro donde poder ofrecer una formación completa, desde el punto de vista de la cultura, la instrucción, la catequesis, la técnica profesional. Se han realizado asentamientos en áreas deshabitadas y remotas, en el corazón de la foresta, donde, gracias a los Salesianos, pequeñas y pobres comunidades han emprendido un camino de promoción humana, emancipación, desarrollo social y económico, además del espiritual, como en Bang Seng Aruno y Phanom. Testimonio de la bondad de esta obra es el hecho de que en la actualidad los misioneros son queridos por todos. Además las escuelas, por su alto nivel, son frecuentadas por numerosos estudiantes no católicos; y, sobre todo, florecen las vocaciones religiosas, de lo que se beneficia la Iglesia local. Hoy la inspectoría Salesiana de “San Pablo”, de 88 Salesianos, tiene solamente 16 extranjeros y más de 70 tailandeses. Signo de que el carisma de don Bosco ha penetrado y fructificado en la Iglesia local y de que la evangelización puede continuar según modalidades plenamente adherentes a la cultura tai”.
Actualmente los Salesianos dirigen cinco grandes institutos de instrucción, que comprenden escuelas con todos los grados, desde los elementales a los superiores, con más de 2.000 alumnos cada una; además hay tres escuelas técnicas profesionales, donde los jóvenes aprenden una profesión que los capacite para injertarse en el tejido socio-económico tailandés: La comunidad dirige la revista “Chittvisai in thai” (“Pasión por la vida interior”), que se propone ser una fuente de información y formación centrada en temas de espiritualidad, religión y actualidad. Han comenzado además el proceso de beatificación del Salesiano don Carlo Della Torre, misionero en tailandia y fundador de las Hijas de Realeza de María Inmaculada.
Una obra realmente original es la que dirige el P. Carlo Velardo en persona. Se trata del “Centro para la instrucción y formación profesional de invidentes”, que se encuentra en Pakkred, al Noreste de Bangkok. Fue puesto en marcha por los salesianos en 1978 para ayudar a jóvenes ciegos, sacándoles de una vida de marginación y miseria, enseñándoles una profesión que les haga autónomos. La elección recayó en la profesión de fisioterapeuta y masajista, en la que es necesaria una habilidad manual para la que los invidentes han demostrado estar particularmente dotados.
En pocos años, gracias a un curriculum de estudios apropiado que comprende braille, informática, ética, fisiología y técnicas de masaje tradicional tai, los jóvenes invidentes (que son unos 50 cada año) se convierten en operadores profesionales altamente especializados. El Centro ha asumido una notoriedad nacional y ha recibido el reconocimiento de los Ministerios de Trabajo y Sanidad, por la alta tasa de ocupación asegurada (el 90% de los jóvenes) y por la competencia demostrada en la técnica de los masajes y en la rehabilitación y tratamiento de los trastornos del aparato músculo-esquelético.
La original experiencia, dirigida por el P. Carlo, continúa dando frutos. Gracias al trabajo del Centro, los jóvenes invidentes se convierten en miembros activos de sus propias familias, a las que pueden sostener económica y socialmente. Además “la mentalidad del Centro es todo lo contrario al proselitismo”, señala el P. Carlo, y esto es un apoyo en la percepción de la Iglesia Católica que tiene la sociedad tailandesa, ya que la ve como una presencia preciosa, testimonio de valores espirituales y compromiso social, de promoción humana y diálogo. (PA) (Agencia Fides 19/5/2006 Líneas: 56 Palabras: 796)


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