Dakar (Agencia Fides) - Comienzan a escasear en toda la región del Sahara, en el África occidental, las reservas de alimento para las familias. La situación es verdaderamente preocupante y por eso el Programa Alimentario Mundial de las Naciones Unidas (PAM) ha lanzado un urgente llamamiento a la comunidad internacional para que continúe sosteniendo programas que puedan mitigar los efectos más devastadores de la escasez de alimentos entre los estratos más débiles de la población. Este año la “estación de la pobreza” - que se verifica desde que se agotan las reservas de alimento hasta la nueva cosecha - ha comenzado antes de lo previsto en muchos de los países más pobres del mundo. Como está sucediendo para la gente del Sahara que, a pesar de las buenas cosechas recogidas a finales del 2005, sufre ya la crisis alimentaria.
Entre los proyectos del PAM de este año está el de quitar el hambre a más de tres millones de personas, de las que más de la mitad son niños, en países del Sahara como Mauritania, Malí, Níger y Burkina Faso, proporcionando raciones suplementarias de alimento en los centros nutricionales, en los centros médicos y a través de otros programas de ayuda alimentaria post-crisis. Toda la operación requiere un costo total de 54 millones de dólares. Por el momento sin embargo, la agencia sólo ha recibido 16,5 millones de dólares, es decir, un 30% de la suma necesaria.
“Hambre y pobreza continúan causando la muerte de tantas personas en el África occidental - ha declarado Mustapha Darboe, director regional del PAM para Occidental -. Durante demasiado tiempo esta situación ha sido considerada normal y aceptable. No es así. En el siglo XXI como estamos, no debería continuar faltando a tantas personas el mínimo necesario para vivir”. Particular preocupación despierta la escasez de recursos para financiar las operaciones necesarias para alimentar a más de 400.000 personas en Mauritania. De los 18 millones de dólares pedidos, el PAM ha recibido hasta ahora solamente 920.000 dólares, y existe el riesgo de que, ha comienzos de junio, no haya ya provisiones suficientes de cereales. Golpeada hace decenios por la sequía, Mauritania ha tenido que afrontar también los efectos devastadores de las plagas de langosta en el 2004.
Sin embargo, el país con mayores dificultades en este periodo es Níger, donde la crisis del año pasado ha dejado un signo profundo obligando a millares de personas entre los más pobres a endeudarse. El PAM, junto al Ministerio de Sanidad Pública, está trabajando para abastecer los centros nutricionales del país con alimento enriquecido con vitaminas para combatir la desnutrición de los más pequeños. En Malí, el PAM asistirá este año a 740.000 personas de las que 175 de los niños desnutridos tienen menos de cinco años. En Burkina Faso el PAM tiene un programa para alimentar a 43.000 niños y 11.000 madres, en el intento de bloquear las alarmantes tasas de desnutrición del país. El 40% de los niños con menos de cinco años tiene un peso inferior al normal, mientras que la desnutrición más grave afecta al 18,6% de la población. (R.F.) (Agencia Fides 17/5/2006 Líneas: 39 Palabras: 541)