AFRICA - No se detiene la desertificación del planeta, un problema que afecta a una tercera parte de la humanidad: África es el continente más amenazado

viernes, 12 mayo 2006

Roma (Agencia Fides) - El fenómeno de la desertificación del planeta, considerado una de las más grandes amenazas para la supervivencia y para los derechos humanos de millones de personas, sobre todo en el África Subsahariana, Cuerno de África y Asia Central. El último informe de la ONU (2005) refiere que el fenómeno afecta a un 41% de la superficie terrestre, donde viven unos 2.000 millones de personas. La degradación de los terrenos afecta a una tercera parte de las tierras del planeta y amenaza la supervivencia de 1.000 millones de personas distribuidas en más de cien países. La mayor parte de esta población está formada por pobres. Cada año la desertificación y la sequía causan la pérdida de 42 millones de dólares en la producción agrícola.
La situación es de tal manera grave que la Asamblea de las Naciones Unidas ha decidido proclamar el 2006 como “Año Internacional de los Desiertos y la Desertificación” para llamar la atención sobre el problema que afecta sobre todo al continente africano. La desertificación está causada por varios factores: los cambios climáticos y la actividad del hombre. Sobre todo esta última es la causa más profunda del fenómeno. El incremento demográfico y la explotación intensiva del ecosistema han roto el delicado equilibrio entre presencia humana y ambiente natural. Los nómadas, huyendo de las condiciones naturales cada vez más duras a causa del aumento de la población y del ganado, han llevado consigo el desierto que se ha instalado en zonas que se han hecho muy frágiles a causa de una excesiva explotación de las tierras con cultivos permanentes. También las técnicas no correctas de regadío contribuyen a aumentar este fenómeno, al traer como consecuencia un aumento en la salinidad de las tierras y al empobrecimiento de los cursos de agua, como está ocurriendo al río Níger en la parte septentrional en los confines con el Sahara. El fenómeno afecta también a las grandes reservas de agua, como el lago Chad, cuya superficie se ha reducido notablemente en el último medio siglo.
La pobreza es la consecuencia más importante de la desertificación. Pobreza y crisis alimenticia de las poblaciones provocan fuertes movimientos migratorios hacia la orilla Norte del Mediterráneo. Las mujeres soportan el mayor peso de la pobreza y de la desertificación porque constituyen la base de la economía de supervivencia. La búsqueda de agua y de leña para hacer fuego, tareas tradicionalmente confiadas a la mujer, son con la desertificación todavía más pesadas.
Muchos son los organismos internacionales que trabajan para hacer frente al problema, pero sus intervenciones frecuentemente, tienen efectos devastadores sobre el territorio. La mayor parte de las veces se plantean estas intervenciones de modo aislado, sobre todo del contexto social. Lo que más afecta a las regiones áridas, además de los cambios climáticos, es la falta de una política apropiada. También la modernización económica ha dado lugar a la destrucción de grupos sociales autóctonos, como los bosquimanes de Botswana, deportados y arrollados por la explotación minera. En el Sahara en cambio, el petróleo y el descubrimiento de yacimientos mineros de hierro, uranio y fosfatos ha descompuesto definitivamente los tradicionales sistemas de vida y agravado la degradación ambiental. (R.F.) (Agencia Fides 12/5/2006 Líneas: 39 Palabras: 557)


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