ASIA/TIMOR ORIENTAL - Los Obispos invitan a la calma y piden el fin de los desórdenes. La fractura en la sociedad de Timor no se ha curado aún: es necesario trabajar por la reconciliación

viernes, 5 mayo 2006

Dili (Agencia Fides) - La Iglesia condena toda forma de violencia. Que el gobierno intervenga para sanar la situación, deteniendo a los responsables de los desórdenes. Que la población vuelva a sus casas, que no se deje arrastrar por los actos de violencia indiscriminada. Son los puntos de un comunicado conjunto redactado por los dos Obispos de Timor Oriental, Mons. Ricardo Da Silva, Obispo de Dili, y Mons. Basilio do Nascimento, Obispo de Baucau, mientras que por las calles de la capital Dili la situación es todavía tensa y los militares continúan patrullando la zona.
Los recientes desórdenes han sido debidos a los contrastes entre las fuerzas armadas y los 591 soldados destituidos por el gobierno el mes de febrero pasado, que han organizado una protesta, denunciando ser víctimas de injustas discriminaciones. La tensión social se ha propagado en Dili, causando cinco muertos, algunos heridos, un centenar de incendios... Los soldados afirman que han sido despedidos acusados de apoyar las milicias filo-indonesias, en los tiempos por la independencia de Jakarta. El acontecimiento muestra que, en la sociedad de Timor Est, la herida no ha cicatrizado todavía: la fractura, que divide a los favorables de los contrarios a la independencia de Indonesia no se ha curado todavía, y necesita de mucho trabajo, señala la Iglesia local, para llegar a la reconciliación.
Mientras, la Obra Salesiana de Dili-Comoro - que comprende una parroquia, un centro de comunicación, un centro de formación profesional y un centro de acogida - en los últimos días ha acogido a 5.000 personas, la mayor parte de los cuales eran familias que han abandonado sus casas por miedo a los tumultos y a los incendios. La Obra Salesiana, señala la Agencia Ans, se ha convertido en el centro para refugiados más grande de la ciudad. Otros de estos centros se han constituido junto al aeropuerto, la Embajada Americana, la estación de policía y la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora. Los Salesianos han provisto de alojamiento, agua y alimentos cuando los bienes de primera necesidad han comenzado a escasear. Laicos y voluntarios salesianos han salido al paso de la emergencia, mientras que los sacerdotes han continuado asegurando el ministerio sacerdotal en las varias parroquias de la ciudad, incluso en este momento crucial. (Agencia Fides 5/5/2006 Líneas: 30 Palabras: 417)


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