ASIA/SRI LANKA - Preocupación de las agencias humanitarias por los miles de refugiados en el distrito de Trincomalee

martes, 2 mayo 2006

Colombo (Agencia Fides) - Las recientes acciones militares del ejército de Sri Lanka en el norte y este de la isla, contra las posiciones de los rebeldes tamiles, han provocado la huída de miles de prófugos que se encuentran necesitados de una urgente asistencia, sobre todo en el distrito de Trincomalee: éste es el llamamiento lanzado por diferentes agencias internacionales, como la Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Refugiados y el Jesuit Refugees Service (Jrs), que han expresado su preocupación por las condiciones de al menos 3.000 familias.
Se estima que durante los bombardeos cerca de 8.000 personas han abandonado diversas aldeas al norte de la isla. Con anterioridad, el 21 de abril, unas 8.500 personas fueron abligadas a huir, a causa de otro ataque y más de 3.000 personas huyeron tras un atentado en el mercado de Trincomalee. Los últimos episodios, señalan los observadores, parecen haber dado inicio a una escalada de violencia interétnica, con varias explosiones de minas así como saqueos de viviendas que después han sido incendiadas. Los prófugos se han refugiado, de modo temporal, en escuelas, iglesias y otros edificios públicos.
Un equipo de valoración de las Naciones Unidas se encuentra actualmente en la región. Algunas agencias humanitarias presentes y comprometidas en la zona están tratando de acceder a las áreas afectadas, pero encuentran dificultades para llegar hasta algunas aldeas y algunos grupos de refugiados. Las agencias humanitarias exhortan a las partes en conflicto a permitirles el acceso inmediato a la población afectada. Despiertan preocupación además las noticias de intimidaciones por parte de la población local frente a algunos refugiados que han buscado ayuda en los centros de asistencia gubernamentales.
“El gobierno debería hacerse cargo de estos refugiados”, señala Paul Newman, Director regional del Jrs para Asia del Sur. “Sobre todo buscando de abrir las carreteras cerradas, garantizando la operatividad de las Organizaciones no gubernamentales. Si la situación continúa así, también las últimas esperanzas de paz desaparecerán. No hay que resignarse a la guerra”. (PA) (Agencia Fides 2/5/2006 Líneas: 28 Palabras: 352)


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