ASIA/SRI LANKA - Vuelve la pesadilla de la violencia y los atentados. El Nuncio: “Pido ayuda a la comunidad internacional para construir puentes de diálogo”

miércoles, 26 abril 2006

Colombo (Agencia Fides) - “Como la solidaridad sin límites, tras el tsunami, nos ayudó a reconstruir casas y escuelas, así hoy la comunidad internacional debe ayudar nos a construir puentes de diálogo, para reconciliar a las partes enfrentadas. Son urgentes el compromiso y la responsabilidad de todos para no triunfen de nuevo en Sri Lanka la violencia y la guerra”: así ha declarado S. E. Mons. Mario Zenari, Nuncio Apostólico en Sri Lanka, al día siguiente del grave atentado de una mujer kamikaze que ha enlutado la nación.
El 25 de abril una mujer, fingiéndose embarazada para esconder cargas explosivas, se ha explotado en el cuartel general del ejército de Colombo, provocando la muerte a ocho personas y heridas a 27, entre ellas el general Sarath Fonseka, comandante de las fuerzas armadas de Sri Lanka, objetivo del atentado. El ejército ha atribuido inmediatamente la responsabilidad del atentado al grupo separatista de los Tigres Tamiles, aunque los guerrilleros no lo han reivindicado.
La nación está bajo shock, según fuentes locales, al tiempo que el atentado constituye un fuerte golpe al proceso de paz. Justamente para los días 24 y el 25 de abril estaba previsto iniciar en Ginebra las negociaciones entre el Gobierno de Colombo y los Tigres Tamiles pero, a causa de algunos obstáculos y pre-condiciones impuestas por los tamiles, el diálogo no ha podido iniciarse. Entre muchas otras, una de las dificultades encontradas por el mediador noruego es el rechazo de los Tigres a tener como interlocutor del gobierno al ex-comandante de su movimiento, Karuna Amman, acusado por los rebeldes de querer dividir el frente tamil.
El Presidente del país, Mahinda Rajapakse, en un mensaje público a la nación, ha condenado la brutalidad del terrorismo y ha invitado a la población a mantener la calma, a no ceder a las provocaciones, para no seguir el juego de los violentos que quieren conducir de nuevo a Sri Lanka a la guerra civil.
Mientras la tensión se mantiene alta, sobre todo en las áreas norte y este de la isla, donde las violaciones del alto el fuego (realizado en el 2002) son ya cotidianas. El ejército regular de Sri Lanka ha lanzado un ataque aéreo y naval al norte del país, controlado por los tamiles, sobre todo en el distrito de Trincomalee. En las últimas tres semanas más de 100 personas han perdido la vida en una escalada de violencia que ha hecho aumentar el clima de desconfianza e inseguridad ya difundido. También los Tigres Tamiles amenazan con respuestas armadas si no cesan las incursiones aéreas y los bombardeos de la artillería en su territorio. Llegados a este punto, señalan los observadores, el país está de nuevo bajo la seria amenaza de un conflicto civil, que en los años pasados ha cosechado ya 64.000 víctimas.
En esta fase crucial, la Iglesia católica de Sri Lanka continua luchando por la reconciliación: “Es necesario un esfuerzo común hacia la paz. Como comunidad católica hemos pedido siempre una solución política que ayude a nuestra comunidad a vivir en este país con paz y dignidad”, escribía recientemente Mons. Oswald Gomis, Arzobispo de la capital Colombo. (PA) (Agencia Fides 26/4/2006. Líneas: 39 Palabras: 549)


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