ASIA/NEPAL - Todos los hospitales en Nepal están llenos de heridos. Los hospitalizados necesitan transfusiones de sangre, medicinas y otros servicios. Las mujeres continúan padeciendo violencias y discriminaciones

viernes, 21 abril 2006

Katmandú (Agencia Fides) - Durante siglos, la vida de una mujer en Nepal ha estado marcada por un rígido sistema social. Hoy continua siendo así, especialmente en las aldeas y áreas rurales, en un sistema patriarcal dividido en castas y clases. En 1991 un grupo de mujeres decidieron crear una asociación para combatir la discriminación sexual en las áreas más pobres y retrasadas de Katmandú y alrededores, dando voz a los millares de invisibles protagonista de la economía y sociedad nepaleses: el 8 marzo del 1992 nació el Women Acting Together for Change (WATCH).
Actualmente WATCH es una de las más importantes organizaciones no gubernamentales del País, activa en tres regiones, Katmandú, Lalitpur y Terai, y en varios distritos. Entre las beneficiarias hay muchas jóvenes víctimas del tráfico y la explotación de la prostitución, muchas mujeres enfermas del virus VIH/SIDA, centenares de campesinos miembros de las castas más bajas de la población.
El Responsable AIFO, (organización Amigos de Raúl Foillerau contra la lepra) del proyecto WATCH en Nepal, ha lanzado una petición de ayuda después de los enfrentamientos que se están produciendo desde hace una quincena de días entre el Rey Gyanendra y los partidarios de la oposición entre ellos, el Movimiento Maoísta. Son millares las personas gravemente heridas. Todos los hospitales en Nepal están llenos de heridos. Los hospitalizados necesitan transfusiones de sangre, medicinas y otros servicios. La situación que el pueblo nepalés está viviendo es crítica, y el papel de WATCH es determinante en cuánto se opone a todo tipo de brutalidad, explotación, represión, dictadura, saqueo.
Los enfrentamientos entre Maoístas y el Gobierno nepalés, continúan desde 1996. El Rey Gyanendra está actuando una línea dura para hacer frente a este movimiento. Actualmente las zonas centrales y los distritos están controlados por el Rey, mientras que las áreas rurales están bajo el control del Movimiento maoísta que se opone a esta supremacía. Ambas partes se han hecho culpables de homicidios en el curso de los numerosos conflictos. En precedencia, por dos veces, se han comenzado acuerdos de paz pero en ambos casos los tratados han fracasado. Hasta el momento no se ha conseguido un diálogo constructivo. Todas las áreas en las que WATCH está presente están bajo la influencia maoísta. (AP) (21/4/2006 Agencia Fides; Línea: 31 Palabras: 399)


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