ÁFRICA/REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO - BUNIA: EL DIFÍCIL TRABAJO DE LOS CASCOS AZULES. ALARMA DE LA IGLESIA EN BUKAVU

lunes, 22 septiembre 2003

Bunia (Agencia Fides) - “Los Cascos azules de la MONUC (Misión de las Naciones Unidas en el Congo) están finalmente llevando ayudas y medicinas a los hospitales de Drodo y Fateki” dice a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia local contactada en Bunia, cabeza de partido del Ituri, en el noroeste de la Republica Democrática del Congo. “Es una desarrollo verdaderamente positivo porque estas localidades estaban desde hace meses aisladas y en los últimos tiempos se han producido diversos episodios de violencia y de masacres contra los civiles. Esperemos que con la llegada de los soldados de las Naciones Unidas esta población se vea libre de la violencia de las diversas milicias que merodean por la zona” añade la fuente de Fides.
La semana pasada la MONUC se reunió con algunos milicianos de la Unión Patriótica Congolesa (UPC) que se oponía a la confiscación de un arsenal en su sede en Bunia. En el tiroteo se vieron implicados algunos civiles. “Es un episodio desagradable” comenta nuestra fuente. “Los cascos azules dispararon sobre los manifestantes que protestaban frente a la sede de la UPC y entre ellos había ciertamente hombres armados pero también varios civiles inocentes. Desgraciadamente ha habido algunos heridos y muertos. El trabajo de los Cascos azules es ciertamente difícil pero deben demostrar una mayor capacidad de dialogo y de moderación en la forma de proceder en las operaciones de desarme de las milicias” concluye el sacerdote.
Si en Bunia existen señales que hacen esperar un lento retorno a la paz, desde la diócesis de Bukavu, más al sur, llega el grito de alarma de la Iglesia local. En un comunicado enviado a Fides el Vicario general de la diócesis Mons. Xavier Maroy Rusengo, escribe: “desde hace tiempo hay voces que afirman que se está preparando otra guerra. ¿Quién la prepara y contra quien? En ciertas regiones de la diócesis hay intentos de equipar a los jóvenes con armas, municiones, teléfonos.. ¿con qué fin? Hemos sabido que se tiene reuniones, incluso con hombres que frecuentan nuestra Iglesia, para preparar ataques de los que ignoramos los verdaderos protagonistas”. Mons. Rusengo afirma: “existe pues el riesgo de masacres a gran escala como en Kisangani, en Ituri o en otras zonas, pero ¿quién gana con la muerte de inocentes? Hay personas que buscan incluso el enfrentar las tribus entre si, cosa que nunca se ha conseguido aquí entre nosotros. Permanecemos todos como hermanos y evitamos la maldición de Caín” (L.M.) (Agencia Fides 22/9/2003 Líneas: 32 palabras: 427)


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