VATICANO - El Papa Benedicto XVI recuerda en el ángelus a Juan Pablo II: “Siempre anunció a Cristo, proponiéndolo a todos, como había hecho el Concilio Vaticano II, como respuesta a las expectativas del hombre, expectativas de libertad, de justicia, de paz” - Invitación a unirse al ayuno y oración por la paz en Irak y en el mundo

lunes, 3 abril 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "El 2 de abril del año pasado, un día como hoy, el querido Papa Juan Pablo II vivía en estas mismas horas las última fase de su peregrinación terrena, una peregrinación de fe, de amor y de esperanza, que ha dejado una huella profunda en la historia de la Iglesia y de la humanidad": con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI ha comenzado su discurso, antes del rezo del ángelus, el domingo 2 de abril. Dirigiéndose a los numerosos fieles reunidos en la plaza San Pedro, el Papa ha recordado los últimos días de la vida terrenal de Juan Pablo II y la bendición Urbi et Orbi que impartió el día de Pascua tan sólo con el gesto de la mano: “murió como siempre había vivido, animado por la indomable valentía de la fe, abandonándose en Dios y encomendándose a María santísima”.
"¿Qué nos ha dejado este gran Papa que introdujo a la Iglesia en el tercer milenio? Se ha preguntado Benedicto XVI. "Su herencia es inmensa, pero el mensaje de su largísimo pontificado se puede resumir en las palabras con las que lo quiso inaugurar, aquí, en la Plaza de San Pedro, el 22 de octubre de 1978: ‘¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!’. Juan Pablo II encarnó este llamamiento inolvidable con toda su persona y toda su misión de sucesor de Pedro". En particular visitando los Países de todo el mundo, encontrándose con las muchedumbres, con las Comunidades eclesiales, los Gobernantes, los Jefes religiosos y las diversas realidades sociales, "realizó como un único y gran gesto de confirmación de las palabras iniciales. Siempre anunció a Cristo, proponiéndolo a todos, como había hecho el Concilio Vaticano II, como respuesta a las expectativas del hombre, expectativas de libertad, de justicia, de paz. Cristo es el Redentor del hombre - le gustaba repetir - el único Salvador de toda persona y de todo el género humano. … Su muerte ha sido el cumplimiento de un testimonio coherente de fe, que ha tocado el corazón de muchos hombres de buena voluntad".
Después de la oración mariana, el Papa Benedicto XVI ha invitado a todos a unirse a la iniciativa de los Obispos de Irak (verFides 27/3/2006) por la paz en aquella tierra y en el mundo entero, con estas palabras: "El patriarca de Babilonia de los Caldeos, Su Beatitud Emmanuel III Delly, y los obispos iraquíes han lanzado un llamamiento a los fieles, a los creyentes y a los hombres de buena voluntad para que el 3 y el 4 de abril --mañana y pasado mañana-- se unan con la oración y el ayuno para pedir a Dios el don de la paz y de la concordia en Irak y en el mundo entero. Invito a todos a unirse a la iniciativa de nuestros hermanos de ese país atormentado, encomendando esta intención a la intercesión de María santísima, Reina de de la Paz". Dirigiéndose luego a los peregrinos de lengua italiana, el Santo Padre ha recordado el trágico fin del secuestro del pequeño Tommaso, invitando a la oración: "Estamos todos bajo la impresión por el hecho del pequeño Tommaso bárbaramente asesinado: pedimos por él y por todas las víctimas de la violencia". (S.L) (Agencia Fides 3/4/2006 - Líneas: 38 Palabras: 599)


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