VATICANO - Recordando el día de los misioneros mártires, el Papa subraya en el ángelus que "el Consistorio ha sido así una ocasión para sentirnos más que nunca cercanos a todos los cristianos que sufren persecución a causa de la fe"

lunes, 27 marzo 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La “intensa experiencia eclesial” del Consistorio apenas celebrado, "que nos ha permitido saborear la riqueza espiritual de la colegialidad, al encontrarnos juntos entre hermanos de diferentes proveniencias, unidos todos por el único amor por Cristo y por su Iglesia", ha sido revivida por el Santo Padre Benedicto XVI, durante el ángelus del domingo 26 de marzo. El Papa ha subrayado: “Hemos revivido de algún modo, la realidad de la comunidad cristiana primera, reunida en torno a María, Madre de Jesús, y a Pedro, para acoger el don del Espíritu y comprometerse a difundir el Evangelio por todo el mundo. La fidelidad a esta misión hasta el sacrificio de la propia vida es un carácter distintivo de los cardenales, como lo testimonia su juramento y como lo simboliza la púrpura, que tiene el color de la sangre”.
En particular, el Papa Benedicto XVI ha querido recordar que el Consistorio ha tenido lugar el 24 de marzo, día en que se conmemoran " los misioneros que en el año pasado cayeron en las fronteras de la evangelización y del servicio al hombre en diferentes partes de la tierra”. El Santo Padre ha continuado: "El Consistorio ha sido así una ocasión para sentirnos más que nunca cercanos a todos los cristianos que sufren persecución a causa de la fe. Su testimonio, del que cotidianamente nos llegan noticias, sobre todo el sacrificio de quienes han sido asesinados, es para nosotros motivo de edificación y nos motiva a un compromiso evangélico cada vez más sincero y generoso. Mi pensamiento se dirige, particularmente, a aquellas comunidades que viven en los países en los que falta la libertad religiosa o sufren de hecho múltiples restricciones, a pesar de que se afirme sobre el papel. A todas ellas envío mi afectuoso aliento para que perseveren en la paciencia y en la caridad de Cristo, semilla del Reino de Dios, que viene, es más, que ya está en el mundo”.
Antes de la oración del ángelus, el Papa ha invitado a mirar a Maria, Reina de los Apóstoles, que acompaña la Iglesia que "avanza en la historia y se difunde por la tierra": "Como en el Cenáculo - ha dicho Benedicto XVI - la Virgen Santa siempre constituye para los cristianos la memoria viviente de Jesús. Ella anima su oración y sostiene su esperanza. A ella le pedimos que nos guíe en el camino cotidiano y que proteja con especial predilección a esas comunidades cristianas que atraviesan condiciones de particular dificultad y sufrimiento". (S.L) (Agencia Fides 27/3/2006 - Líneas: 30 Palabras: 460)


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