EUROPA/ESPAÑA - EL P. KOLVENBACH ABRE LA CONGREGACIÓN DE PROCURADORES DE LOS JESUITAS: “DEBEMOS TENER EL CORAJE DE SER LA VOZ DE TANTOS SIN VOZ, EN EL NOMBRE DE AQUEL QUE ES SU AMIGO”

viernes, 19 septiembre 2003

Loyola (Agencia Fides) - “No solo hay buena semilla entre lo sembrado. Existe también la cizaña que puede, en ciertos lugares, ser tan vigorosa que tengamos necesidad de toda nuestra fe en el Dueño del campo para creer que a pesar de esta cizaña el grano germinará y dará fruto". Con esta comparación evangélica inició el prepósito General de la compañía de Jesús, el P. Peter-Hans Kolvenbach, su discurso sobre el estado de la compañía abriendo así la Congregación de los Procuradores iniciada en Loyola el jueves 18 de septiembre.
De las relaciones de las Provincias emerge una actividad apostólica mas que abundante casi de todo el mundo, sin embargo, “precisamente por que el Señor nos envía al mundo- y no a otro lugar - para continuar su misión, nosotros compartimos con este mundo también sus enfermedades” subrayó el Prepósito General. Entre las señalizaciones de las diversas provincias se siente un retroceso en el compromiso de solidaridad con los pobres: “es difícil negar que todos nuestros ministerios estén comprometidos en la opción preferencial por los pobres” comentó el Prepósito general, por tanto, debería ser mas explicita la expresión concreta de esta unión natural con quienes son condenados a vivir en la miseria, en la injusticia y en la inseguridad. Un signo de esperanza son los 900 novicios, aunque también la promoción de las vocaciones debe buscarse “mas la calidad apostólico que el número de candidatos” y el Prepósito afirmó la necesidad de “una vigorosa promoción de las vocaciones... toda la Compañía está llamada a vivir mas explícitamente, más visiblemente la misión ignaciana”.
Centrándose después en particular en algunos aspectos de la misión el P. Kolvenbach evidenció la necesidad de “volver a encontrar el sentido misionero del examen de conciencia” que debería constituir todos los años para todos los jesuitas “el momento de recibir su misión, de verla confirmada o cambiada”; el testimonio de la vida comunitaria “donde hombres que con frecuencia no son del todo destinados a rezar , a vivir y a trabajar juntos hacen presente en un mundo de divisiones, de conflictos y de violencia, el mandamiento nuevo del Señor”; el mirar el futuro de la misión “mas que contentarse con mantener el “statu quo” incluso en el caso de que este sea satisfactorio” fijando las prioridades apostólicas según quien actué; el empeño por ir hacia quien está lejos desde todas las parroquias confiadas a los jesuitas, “en vez de contentarse con atender a quienes practican la fe”. Por lo que se refiere al ministerio de la educación, “el número de los jesuitas activos en esta misión crucial permanece bastante estable pero también el número de los colaboradores no jesuitas continua creciendo junto al número de las instituciones educativas. A pesar de los obstáculos de toda clase está en curso un trabajo creativo y continuo para asegurar que la identidad de la educación cristiana continué siendo claramente propuesta y que las características ignacianas de esta educación continúen siendo operativas”.
Mientras que el sector de la educación está en pleno crecimiento, “el sector social propiamente dicho, corre el riesgo de desaparecer de la Compañía si no se realiza, sin demora, un esfuerzo especial” dijo el P. Kolvenbach, refiriéndose a los centros sociales, formas de inserción entre los indigentes y de apoyo a los movimientos populares. “Junto a los ministerios y las actividades de la Compañía existe la creciente convicción de que el servicio privilegiado de los más pobres y los más necesitados forma parte integrante de la misión de Cristo, que somos llamados a continuar: vivir con Cristo pobre y abrazar con El la causa de los pobres.. Debemos reencontrar la vía de la solidaridad con los pobres que peligran de ser siempre los últimos en la elección de nuestras prioridades apostólicas, en la elección de nuestro estilo de vida, personal y comunitario. Debemos tener el coraje de ser la voz de tantos sin voz, en el nombre de Aquel que es su amigo”. (S.L.) (Agencia Fides 19/9/2003 Líneas: 50 palabras: 688)


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