ASIA/COREA DEL SUR - «Resurrección»: una película sobre el legado espiritual del misionero John Lee Tae-seok

viernes, 27 septiembre 2024

Roma (Agencia Fides) - «Algunas realidades sólo se pueden ver con los ojos limpios por las lágrimas». Estas palabras pronunciadas por el Papa Francisco durante el encuentro con los jóvenes filipinos en Manila representan perfectamente la clave para entender la película-documental «Resurrección» que el sábado 28 de septiembre de 2024, a las 11 horas, se proyectará en el Aula Pío XI de la Pontificia Universidad Lateranense en la clausura de la Semana de la Cultura Coreana, evento organizado por la Embajada de la República de Corea ante la Santa Sede para celebrar el día de la «Fundación de Corea» que se conmemora cada año el 3 de octubre.

El largometraje recoge el legado espiritual del padre John Lee Tae-seok, misionero salesiano coreano que desarrolló su actividad pastoral y profesional (ya era médico cuando se hizo salesiano, ed.) durante casi una década, de 2001 a 2009, en la comunidad de Tonj, en el actual Sudán del Sur. En África dedicó tanto tiempo al trabajo pastoral que ejerció una profunda influencia en la vida de las personas a las que ayudó. Aquellas personas eran entonces niños o adolescentes. Hoy son adultos y algunos, siguiendo su ejemplo, han querido seguir sus pasos, no sólo en su profesión, sino también en las etapas de su formación, algunos incluso estudiando medicina en su misma universidad.

Y son precisamente ellos, estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Busan, Corea del Sur, los protagonistas de este docu-film del director Goo Soo Hwan, el mismo de la famosa película también dedicada a Don Lee y titulada 'Don't cry for me, Sudan’ (No llores por mí, Sudán), que tuvo un extraordinario éxito en su país y además también fue proyectada en el Vaticano en diciembre de 2011.

«Resurrección» se puede definir como la continuación de «Don't cry for me, Sudan»: el nuevo trabajo cinematográfico de Goo Soo Hwan, de hecho, parte de la muerte de Don Lee en 2010. Aquellos momentos son relatados por sus alumnos, jóvenes que cayeron en la desesperación ante la noticia de su muerte. Una desesperación que, sin embargo, no duró mucho: pronto se dieron cuenta de que su tarea era continuar, aunque de diferentes maneras, con su misión.

Aquí reside la clave de toda la película: en la cultura sursudanesa, llorar en público es motivo de vergüenza, pero los alumnos no pueden contener las lágrimas cuando piensan en su maestro. Y precisamente al compartir el amor que les había dado, las lágrimas pronto dan paso a la alegría, y hoy la gratitud hacia don Lee brilla en los gestos de sus alumnos. «Algunas realidades sólo pueden verse con los ojos limpios por las lágrimas».

El director quiere dejar claro que la película no es sólo un relato del camino que siguieron los alumnos del misionero para ser médicos: «Se han convertido en personas que dan: aquí importa cómo viven sus vidas. Y están viviendo exactamente la vida de su 'padre'. Me han mostrado lo que es la felicidad y lo que es realmente la autoridad». «Quería saber si las lágrimas de los alumnos les habían cambiado. Pues bien, ¡sus vidas han cambiado mucho!», añade el director, conocido por sus discursos críticos y duros y con más de 30 años de experiencia como periodista de investigación a sus espaldas.
(F.B.) (Agencia Fides 27/9/2024)

Cartel de la película "Resurrección"

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