Abuja (Agencia Fides) - «El peso de la deuda ha demostrado ser una nueva forma de esclavitud para las generaciones presentes y futuras» afirman los Obispos de Nigeria, en la declaración publicada al final de su segunda Asamblea Plenaria celebrada del 22 al 30 de agosto en la diócesis de Auchi, en el Estado de Edo.
En el documento, los obispos recuerdan el derecho de los nigerianos a protestar pacíficamente contra la política económica del presidente Bola Ahmed Tinubu. «Nuestro pueblo se ha embarcado recientemente en una protesta mientras la economía nigeriana sigue deteriorándose y reduciendo a millones de ciudadanos a una vida de abominable pobreza e indecibles penurias. Tomamos nota de que los nigerianos tienen el derecho constitucional a expresar sus quejas mediante protestas pacíficas». Desgraciadamente, señalan los Prelados, las protestas han sido desviadas por elementos criminales, mientras que «los agentes de seguridad, que normalmente deben proteger a los ciudadanos durante las protestas, han recurrido a amenazas, intimidación y chantaje para disuadir a los ciudadanos de protestar, y en algunos casos se ha denunciado que han cometido ejecuciones extrajudiciales».
La política de austeridad decidida por el gobierno viene impuesta por el servicio de la deuda pública nigeriana. «Observamos que el servicio de la enorme deuda con los organismos monetarios internacionales y, en consecuencia, la obtención de fondos internamente para equilibrar los déficits presupuestarios han dado lugar a las actuales reformas económicas del gobierno, consistentes principalmente en la retirada de los subsidios a los combustibles y la fluctuación de la moneda nacional (Naira). Somos conscientes de que estas reformas han desencadenado una inflación galopante que ha reducido a la mayoría de los nigerianos a una vida de cruel sufrimiento y miseria», afirman los obispos.
«Por lo tanto, hacemos un llamamiento a la actual administración del presidente Bola Ahmed Tinubu para que reconsidere sus políticas de reforma económica con el fin de aliviar la carga de las penurias de los ciudadanos y fomentar el desarrollo del pueblo».
La declaración sugiere la adopción de ciertas políticas para mitigar el impacto de la inflación en la población. En primer lugar, apoyar a los agricultores con subvenciones, créditos blandos, tecnologías modernas y semillas mejoradas (pero no modificadas genéticamente), y proporcionar ayudas a las pequeñas y medianas empresas alimentarias. También urge reformar el sistema fiscal, que actualmente consiste en una serie de impuestos federales, estatales y locales que estrangulan a las empresas.
Por último, en el plano eclesial, los Obispos advierten a los fieles contra «quienes, declarándose católicos, establecen “ministerios” que no están bajo la guía pastoral o espiritual de ninguna autoridad eclesiástica competente. De hecho, ningún ministerio, asociación o institución puede llevar el nombre de católico sin el permiso expreso de la autoridad competente».
(L.M.) (Agencia Fides 2/9/2024)