VATICANO - Convenio internacional sobre el XL Aniversario del Decreto "Ad gentes": sobre los desafíos y las perspectivas de la misión en Asia intervenciones del recién elegido Cardenal Nicholas Cheong, Arzobispo de Seúl, y de Su Exc. Mons. Oswald Gracias, Presidente de los Obispos indios

sábado, 11 marzo 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Asia es el continente de la esperanza. En el continente dónde los cristianos son menos del 3%, evangelizar no es una 'misión imposible'. Antes bien, es un deber, una prioridad para todos": afirma el recién elegido Cardenal Nicholas Cheong, Arzobispo de Seúl (Corea), quien intervino el viernes 10 de marzo en el Convenio Internacional sobre el 40° aniversario del Decreto Conciliar Ad Gentes. Según el arzobispo de Seúl "es necesario redescubrir las raíces asiáticas de la evangelización, para meter el mensaje cristiano en el sistema asiático, presentándolo con imágenes y símbolos asiáticos, para desmentir la visión de una Iglesia extranjera, o ligada a las potencias coloniales."
En Asia, subraya Mons. Cheong, "el diálogo es parte integrante de la evangelización, y la Iglesia está llamada a desarrollar una 'espiritualidad del ser minoría', que es la condición del profeta". "La tarea es posible" afirma, recordando el ejemplo y la difusión de la fe cristiana en Corea: "Cuando fui ordenado sacerdote, en 1961, los católicos en Corea eran cerca del 1% de la población. Hoy rozan el 10%. Si pensamos en este crecimiento, la esperanza es grande. Vemos cómo la fe cristiana está echando raíces y floreciendo en algunas tierras en las que estaba completamente ausente, como Mongolia. Hemos sembrado y pronto recogeremos los frutos."
Muy importante es, según Mons. Cheong, la aportación de los laicos en esta labor. En particular, mirando Corea, en el laicado destacan los carismas femeninos: "Las mujeres son protagonista de la evangelización y de la pastoral. En Corea las catequista son un número diez veces superior a los hombres. Su carisma favorece mucho a la Iglesia coreana". El Cardenal habla de la Iglesia en Corea como "responsable de la evangelización de Asia oriental y del Sudeste asiático. Por ello, debemos cooperar con Europa, ante todo en el campo de la formación y del estudio."
La Iglesia debe también utilizar los instrumentos de la modernidad: "Para evangelizar en el tercer milenio, Internet es un medio determinante, especialmente en el contacto con los jóvenes. En Corea ya se usa el ordenador en las escuelas elementales. Por medio de Internet podemos llegar a muchos chicos y jóvenes. En Corea tenemos dos sacerdotes que se dedican totalmente a seguir la misión en el cyber espacio. Creo que también otras Iglesias en Asia, y también otras partes del mundo, deberían seguir este ejemplo."
Sobre las buenas perspectivas para la evangelización de Asia en el tercer milenio, también concuerda Su Exc. Mons. Oswald Gracias, Arzobispo de Agra (India) y Presidente de la Conferencia Episcopal de la India, que se centra en la actualidad del Ad Gentes: " Ad Gentes es hoy para nosotros un impulso para reflexionar sobre nuestra misión de evangelizar. En India tenemos escuelas, institutos, servicios sociales, pero a veces olvidamos que nuestra principal misión es la misión, no sólo la labor humanitaria. Ad Gentes nos trae a la conciencia nuestro papel de evangelizadores, nos mete en la escuela del diálogo, muy importante en el contexto asiático. Nos recuerda cuáles son los principios del diálogo, que es parte de la misión y parte de la evangelización. Diálogo significa enriquecimiento recíproco y el testimonio del Santo Padre Juan Pablo II lo ha demostrado."
El Arzobispo señala que "la globalización es un desafío, una oportunidad. El intercambio Oriente-occidente es importante en la misión. Recordamos el celo y la dedicación, el don de tantos m misioneros que se sacrificaron para llevar el Evangelio en Asia. Les estamos muy agradecidos, ya que de ellos hemos recibido el don más valioso: la fe. Pero debemos madurar también nosotros ahora en la conciencia de poder ser una Iglesia misionera."
Por otra parte, "Asia está atravesada por una fuerte dimensión espiritual que hoy, frente al materialismo y la secularización, puede ser un don. En Asia las culturas no pueden ser comprendidas fuera de la religión". Pero esta crea también el peligro del surgimiento de fundamentalismos religiosos, como ocurre en India, marcada por las violencias de grupos integristas hindúes: "El fundamentalismo existe en algunos grupos y áreas. A veces es fruto de problemas de naturaleza socio-económica, otras veces es un arma en manos de partidos políticos que buscan consenso y los cristianos en India constituyen un blanco muy fácil. En general, los ciudadanos indios aman la paz, la armonía, la tolerancia. Esto es muy positivo, y el diálogo está en el buen camino. Nosotros cristianos podemos ser protagonistas en la vía del diálogo."
Como conclusión, afirma el Arzobispo de Agra, "Son esenciales para la misión en India y en todo el continente asiático, la motivación de los misioneros (religiosos y laicos) y la inculturación (la Iglesia no debe ser vista como extraña). En el centro está nuestra fe en Jesucristo y la fuerza del Espíritu Santo". (P.A) (Agencia Fides 11/3/2006 Líneas: 60 Palabras: 837)


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