VATICANO - Desafíos y perspectivas de la Misión en Europa: intervenciones del Card. Joachim Meisner, Arzobispo de Colonia, y del Card. Vinko Pulijc, Arzobispo de Sarajevo

viernes, 10 marzo 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Los trabajos del Convenio Internacional promovidos por la Congregación para la evangelización de los Pueblos y por la Pontificia Universidad Urbaniana con ocasión del 40° aniversario del Decreto conciliar "Ad Gentes", estarán dedicados hoy, viernes 10 de marzo, a los “Desafíos y perspectivas de la Misión" en los diversos continentes. El Card. Joachim Meisner, Arzobispo de Colonia es quien ha abierto esta significativa panorámica, ilustrando el tema "Misión en Europa. Desafíos y perspectivas. Relaciones entre las Iglesias en Europa y las jóvenes Iglesias en los países de misión". "Si la Iglesia quiere ser merecedor del atributo "apostólica" debe ser misionera - ha evidenciado el Card. Meisner -. La misión no debe ser entendida como acción contingente sino que pertenece a la naturaleza de la Iglesia. Aún más: Esta surge de la esencia de Dios mismo. Sea la misión externa "en partibus infidelium" o la misión interna, en los países cristianos del occidente, se trata siempre de la continuación de la "Missio Dei", cuya fuente es Dios mismo". Hablando de la Misión en Europa, el Arzobispo de Colonia ha afirmado que "la buena Nueva está volviendo de los países originariamente de misión en Europa, la nueva tierra de misión", y ha evidenciado en particular que "los países del Este se han encontrado durante mucho tiempo bajo el dominio comunista y están todavía en parte bajo este influjo; durante décadas, los cristianos han sido masivamente oprimidos y por lo tanto están claramente en minoría. Con el 'glasnost' y la 'prestrojka' llegó cierta libertad, pero al mismo tiempo también una misión de no subvalorar, esto es, encontrar una nueva orientación tanto política como religiosa. Los habitantes de las regiones occidentales gozan, desde la posguerra, de gran libertad, pero se encuentran expuestos a otros influjos, que no son menos peligrosos para la vida del cristianismo". La Iglesia en esta situación está particularmente llamada a la nueva evangelización del occidente de antigua tradición cristiana, ha subrayado el arzobispo de Colonia: "En una sociedad que ha sido llamada, con razón, "post-cristiana" la Iglesia debe ser, aún más que en los tiempos de San Pablo, testigo de ese "Dios desconocido" (cfr Hch. 17,23) aunque sus altares hayan sido erigidos hace tanto tiempo en nuestras sociedades”.
Delineando la relación entre las Iglesias en Europa y las jóvenes Iglesias en los países de misión, el Card. Meisner ha evidenciado que "así como no se puede negar que la Iglesia de Occidente conserva tesoros intelectuales y espirituales, del mismo modo necesita de un enriquecimiento complementario procedente de las jóvenes Iglesias… Tenemos necesidad de los cristianos asiáticos y africanos, para que el Cristo de los europeos sea más cierto y seguro. Y los africanos y asiáticos necesitan de nosotros, para que su Cristo se haga más seguro y más cierto, por medio de nuestra experiencia, de modo que no disminuya el impulso misionero en la Iglesia”.
Sobre los Desafíos y las perspectivas en los Países del ex régimen comunista en ex Yugoslavia, ha habaldo el Card. Vinko Puljic, Arzobispo de Sarajevo (Bosnia y Herzegovina) que en su relación partió de las principales orientaciones del Concilio sobre las misiones y de su percepción en la ex Yugoslavia, para centrarse en la evangelización de estas zonas tomando en consideración los acontecimientos históricos, políticos y religiosos. "Bosnia y Herzegovina es el topónimo y el vivo ejemplo de toda la región - ha dicho el arzobispo de Sarajevo -. Para la mayoría, es un sitio de encuentros y enfrentamientos de culturas y civilizaciones, de pueblos y naciones, de creencias y religiones… En ningún otro lugar de Europa están tan cerca histórica, tradicional y contemporáneamente, la cruz y la media luna, los cristianos de ambas tradiciones y los musulmanes, y al mismo tiempo tan lejanos. Es incomprensible pero verdadero: tan lejos y tan cerca". El Cristianismo en estas tierras ha vivido sus primaveras y sus años áridos, ha tenido innumerables santos y mártires así como numerosos misioneros. Durante siglos se ha misionado en otros países, descuidando quizás el propio territorio. La situación hoy es realmente compleja, y el Card. Pulijc ha localizado dos de los motivos más relevantes de este estado de cosas: la guerra y el comunismo.
"Junto a sus catastróficos sacrificios y consecuencias materiales y humanas, las guerras han destrozado las normas éticas y los valores morales en el futuro de muchas generaciones - ha dicho el Cardenal -. Durante muchas guerras este territorio recibió la onda de un profundo y primordial odio que, en el huracán de la guerra, destrozaba el corazón humano y todas las relaciones humanas, también las religiosas…. Durante 45 años el comunismo ha dejado fuertes huellas negativas en las almas de muchas personas. En buena parte ha destrozado lo que ni siquiera la Segunda Guerra Mundial había conseguido borrar. Ha destrozado el sentido de lo santo y lo sagrado, la moral y la honestidad, el sentido religioso y eclesiástico". Por ello, el arzobispo de Sarajevo concluye: "Necesitamos una nueva conciencia de que debemos iniciar a construir ya hoy una nueva actividad misionera, de nueva evangelización en estos territorios, y también en toda Europa, como fue la primera evangelización de Europa, iniciada precisamente de estas partes". (S.L) (Agencia Fides 10/3/2006; Líneas: Palabras:


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