VATICANO - Convenio Internacional sobre el XL Aniversario del Decreto conciliar "Ad gentes": "Misión e inculturación" y "La misión hoy y los desafíos del futuro"

viernes, 10 marzo 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Don Juvénal Ilunga Muya, Docente en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Urbaniana, intervino la tarde del jueves 9 de marzo en el Congreso Internacional en el 40° aniversario del Decreto conciliar "Ad Gentes", con una relación en la que afrontó el tema "Misión e Inculturación". En el actual contexto de pluralismo religioso, todo creyente que quiera ver su propia responsabilidad respecto a la misión confiada por Cristo a su Iglesia, se plantea una serie de interrogantes. "La pregunta fundamental - ha dicho el prof. Ilunga - es cómo motivar la actividad misionera. Esta pregunta exige distinguir bien el diálogo interreligioso, es decir, el intercambio y la conversación con miembros y representantes de otras tradiciones religiosas, de la misión. Si bien el diálogo puede constituir una de las vías de la misión, hay que afirmar que es hoy uno de los puntos críticos… Poniendo como premisa que se debe emprender y realizar el diálogo con todas las religiones, el desafío actual es cómo superar los problemas que surgen del diálogo". El Relator se ha centrado después en la "responsabilidad misionera en el contexto de la pluralidad religiosa" y por lo tanto de la nueva comprensión de la relación entre misión e Iglesia delineadas en el Decreto Ad Gentes y en el Concilio. Entrando en el específico del tema "Misión e Inculturación", el prof. Ilunga ha dicho entre otras cosas: "La inculturación no es un fin en sí mismo (si así fuera se correría el riesgo de absolutizar la propia tribu o casta) sino que está al servicio del crecimiento en la caridad y de la promoción del impulso misionero. Por tanto, inculturación no puede significar nunca exaltación o primacía de la propia cultura. Esta debe estar orientado a la caridad y a la fe y desde el momento en que se comprende este carácter relacional de la inculturación, es decir, la responsabilidad recíproca que tiene las Iglesias entre si, se no puede uno quedar en el umbral de la Iglesia local o de la propia cultura. Por ello, el Concilio insiste: ‘La atención de anunciar en todas las partes de la tierra el Evangelio pertenece al cuerpo de los pastores... ellos deben proveer a la misión no sólo los obreros de la mies, sino también ayudas espirituales y materiales, bien directamente, bien suscitando la ferviente cooperación de los fieles' (LG n.23). Esta cooperación de los fieles exige por su parte convertirse en hospitalarios acogedores respecto al que es diverso, al extranjero. Es en esta colaboración de todo el pueblo a la difusión del Evangelio, del amor universal de Cristo donde debe situarse la inculturación”.
La segunda relación de la tarde, jueves 9 de marzo, fue presentada por el jesuita P. Luis Ladaria, Secretario General de la Comisión Teológica Internacional, que ilustró el tema "La misión hoy y los desafíos del futuro". "Que la evangelización sea un deber para la Iglesia y para los cristianos - dijo el P. Ladaria - se descubre fácilmente a partir del precepto explícito del Señor: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Mc 16,15) e: "Id pues y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándolas a observar todo lo yo que os he mandado" (Mt 28,19-20; cf. también Hch. 1,8). No debería pues existir ninguna duda sobre el deber de evangelizar que incumbe a la Iglesia. Frente a estas explícitas palabras del Señor, la Iglesia y los cristianos deben ponerse en actitud de escucha y obediencia". Después de haber ilustrado los presupuestos teológicos fundamentales para una adecuada comprensión de la misión Ad Gentes, el Relator se centró en algunos de los desafíos de la evangelización en el mundo presente: la evangelización de la cultura y "la necesidad de evangelizar las culturas desde dentro y no desde fuera, de modo que sean penetradas por el Evangelio desde su raíz"; la relación entre la evangelización y la promoción humana, dado que "no se puede identificar la evangelización con la promoción humana, pero al mismo tiempo existen lazos estrechos entre las dos realidades"; la relación que une la misión ad gentes con el proceso de nueva evangelización, ambas "deberían ir a la par en la misión global de evangelización de la Iglesia en este inicio del tercer milenio". (S.L) (Agencia Fides 10/3/2006; Líneas: 49 Palabras: 749)


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