ASIA/FILIPINAS- La Iglesia invita a la prudencia y a la calma, mientras continúa el estado de emergencia proclamado en el país

lunes, 27 febrero 2006

Manila (Agencia Fides) - Un llamamiento a la "prudencia, sobriedad, paciencia y vigilancia" ha sido lanzado por Su Exc. Mons. Angelo Lagdameo, Arzobispo de Jaro y Presidente de la Conferencia Episcopal de las Filipinas, mientras en el país continuan registrándose cierta tensión, después de que la presidente Gloria Macapagal Arroyo hubiese proclamado el estado de emergencia, el 24 de febrero, para abortar un intento de golpe de estado. Por orden de la presidenta, han sido arrestados, por las fuerzas del orden, el general Danilo Lim y otros oficiales, acusados de haber organizado una acción para destituirla, mientras en la ciudad se han sucedido manifestaciones en la calle de desconfianza hacia la presidenta.
Mientras Manila continua presidiado por militares, el arzobispo ha difundido un comunicado que afirma: "Rechazamos toda violencia, independiente del grupo del que proceda, sea para perseguir sus propios objetivos, sea para obtener alguna ventaja de esta situación de crisis". El presidente de los Obispos ha pedido a todos que respeten la verdad y el estado de derecho: "Esta situación - se lee - representa un desafío para mostrar generosamente que vuestro patriotismo y la preocupación por los pobres y los que sufren son valores más importantes que la supervivencia político personal". El texto concluye con un llamamiento al diálogo por el bien de la nación.
También el arzobispo de Manila, el Cardenal Gaudencio Rosales, ha invitado a la población a la calma y a la humildad. Por encima de los distintos puntos de vistas, ha subrayado, "a los ojos de Dios es importante que nosotros, ante todo, busquemos la unidad". "Se ha declarado el estado de emergencia - ha dicho - porque hay un efectivo peligro y porque las diversas fuerzas en el campo podrían usar el arma de la violencia. Este no debe ocurrir, dado que la protesta nacional de 1986 fue un éxito propio precisamente porque fue pacífica". Mons. Rosales ha exhortado a los políticos y a todos los ciudadanos "a mostrar un rostro más maduro, porque estas acusaciones recíprocas deterioran nuestra imagen a los ojos del mundo y a dan un pésimo ejemplo a los que deberíamos educar. Quien tiene algo que decir, que lo haga con humildad". (PA) (Agencia Fides 27/2/2006 Líneas: 27 palabras: 383)


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