ASIA/FILIPINAS - Un nuevo servicio eclesiástico para sostener las cooperativas sociales, herramienta de desarrollo y lucha contra la pobreza

Manila (Agencia Fides) - Dar un impulso y proporcionar asistencia a la creación y gestión de cooperativas sociales que permitan a los grupos y comunidades que viven en la pobreza extrema alzarse y emprender un camino de seguridad alimentaria y desarrollo: con este objetivo la Archidiócesis de Manila ha puesto en marcha un nuevo servicio de apostolado que se dirige a los fieles más pobres de la zona, ayudándoles a iniciar un proyecto de autosuficiencia. Se trata del Apostolado para el Desarrollo de Cooperativas y Empresas Sociales, que ha sido oficialmente inaugurado hace unos días en el "Layforce Center" del Seminario de San Carlos, en Makati, distrito central de MetroManila.
El arzobispo de Manila, el cardenal Josè Advincula, ha encomendado su dirección al padre Anton Pascual, sacerdote de Manila, quien ha explicado: "Pretendemos promover y fortalecer la forma de la cooperativa social, con el fin de ofrecer a los necesitados una vía de desarrollo sostenible, integradora y resiliente". El padre Pascual ha elogiado la cooperativa social que, por un lado, permite obtener un beneficio y, así, mantener a las familias; por otro, si está bien orientada hacia servicios socialmente útiles, contribuye a la sostenibilidad, trabajando por el bienestar de las personas y del medio ambiente. Por eso, ha afirmado, la Iglesia de Manila pretende comprometerse directamente en este campo, siguiendo el espíritu y las indicaciones de la encíclica Laudato si'.
El nuevo servicio de apostolado censará y reunirá en primer lugar a todas las cooperativas sociales de inspiración católica, o que hagan referencia a los valores de la doctrina social de la Iglesia, presentes en el área de Manila. También organizará y prestará servicios de educación, formación y asistencia jurídica para permitir el nacimiento de nuevas cooperativas y ayudar a las ya existentes a mejorar las oportunidades de empleo en la sociedad.
Según la nueva oficina de la Iglesia en Manila, las cooperativas pueden desempeñar un papel clave en el desarrollo de los más pobres: el camino emprendido pretende reforzar las empresas cooperativas también mediante financiación y asociaciones. La nueva oficina evaluará proyectos de nuevas cooperativas, fomentando su creación tanto en el sector primario (agricultura y ganadería) como en iniciativas específicas relacionadas con la vida de la ciudad, como el reciclaje de materiales y la comercialización de productos creados por pequeñas empresas del sector textil o artesanal.
Las cooperativas son empresas de propiedad conjunta y control democrático que atienden las necesidades de sus socios. Según la Autoridad de Desarrollo Cooperativo del gobierno filipino, hay 18.000 cooperativas en todo el país, con un total de unos 11 millones de socios.
A nivel legislativo, las cooperativas están bien integradas en la nación: la Constitución ofrece una definición concreta de las cooperativas y la ley prevé su regulación. En Filipinas, las cooperativas se diferencian por categorías (primarias, secundarias y terciarias, según su naturaleza jurídica) y se clasifican por sector de actividad económica y tipo de afiliación. Muchas están establecidas en la agricultura y el sector primario. También existen federaciones de cooperativas para fortalecer a todas las pequeñas entidades que operan en el mismo sector económico, a través de herramientas educativas y operativas, a nivel local, regional y nacional. (PA) (Agencia Fides 4/5/2023)

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