ÁFRICA/KENIA - Emergencia por sequía en el condado de Turkana: la población corre el peligro de una grave crisis humanitaria

jueves, 30 marzo 2023

SMA

Lodwar (Agencia Fides) - Mientras continúan en todo el país los levantamientos antigubernamentales contra el alto coste de la vida (véase Agencia Fides 28/3/2023), la población del norte de Kenia, además de las consecuencias de la pandemia del Covid-19, está atravesando una grave crisis humanitaria. Las cinco estaciones sin una gota de lluvia, el carácter despiadado de la naturaleza debido al sol abrasador y una sequía que dura ya más de tres años, hacen inhumanas y desesperadas las condiciones de vida de los habitantes de Turkana, uno de los 47 condados de Kenia situados en la antigua provincia del Valle del Rift. Así lo relata a la Agencia Fides el padre Robbin Kamemba, Superior Provincial de la Sociedad para las Misiones Africanas (SMA) en Kenia.
"La vida aquí es dura, la gente camina hasta más de 45 km en busca de agua, en comparación con los 2-3 km habituales. Además, debido a la pérdida de cosechas, ya no tienen capacidad para conseguir alimentos por sí mismos y se ven obligados a depender de ayuda externa", añade el padre Kamemba. Según algunos científicos, algunas zonas corren peligro de dejar de ser favorables al pastoreo en el futuro.
En concreto, la SMA atiende a dos zonas de misión en esta parte de Kenia, Lorugum y Namoruputh, diócesis de Lodwar, que juntas abarcan una superficie de unos 80 kilómetros cuadrados. Como explica el misionero, se trata de formaciones de comunidades rurales que sobreviven en el típico entorno desértico del norte de Kenia y con el estilo de vida propio de los pastores nómadas. "Las comunidades de esta zona dependen principalmente de la agricultura de subsistencia y el pastoreo. Los beneficios e ingresos de estas dos actividades dependen de la cantidad de lluvia. Con la actual situación de sequía, que ha alcanzado un nivel crítico, el impacto negativo en la vida de la población se hace sentir dolorosamente: el rebaño es exterminado, no hay ingresos, la comida para una persona se reparte entre tres o cuatro, las enfermedades campan a sus anchas junto con la desesperación general entre las familias, que se disgregan a medida que cada miembro se dispersa en busca de comida".
Las graves repercusiones también afectan a los niños que van a la escuela. "Desgraciadamente - afirma el padre Kamemba - se han registrado muchas muertes debidas sobre todo al hambre, los partos prematuros y otras enfermedades relacionadas con la malnutrición. Entre ellas están la anemia, el retraso del crecimiento, el kwashiorkor y el marasmo, que son un tipo de malnutrición comúnmente causada por la ingesta insuficiente de proteínas y la falta de energía".
En respuesta a esta emergencia, el gobierno nacional y las autoridades locales, con el apoyo de los partners para el desarrollo, el sector privado, los actores no estatales y los kenianos de buena voluntad, han intensificado sus intervenciones para proteger a las personas afectadas por esta grave emergencia. Los Padres SMA de la diócesis de Lodwar, con la ayuda financiera de SMA Solidale Onlus de Italia y de la Fundación Bresillac de los Países Bajos, también están en primera línea, y no sólo en su zona de misión, para responder al llamamiento de socorro de las comunidades. "Distribuimos alimentos, agua y medicinas. Hasta la fecha, se ha llegado a más de 80 familias, y la intervención de socorro continuará mientras los fondos lo permitan - explica el padre Kamemba -. Esta intervención de la SMA, y de la Iglesia en general, es un testimonio concreto de nuestra cercanía a los más abandonados, al pueblo de Dios en Lorugum y Namoruputh. Seguramente experimentan la Divina Providencia de Dios incluso en medio de tanto sufrimiento y vacío".
Recientemente, Rebecca Miano, Secretaria del Gabinete del Ministerio de la Comunidad de África Oriental, Tierras Áridas y Semiáridas y Desarrollo Regional, declaró que la situación de sequía sigue siendo crítica en 22 de los 23 condados. Afirmó que en cinco condados se han observado tasas muy elevadas de niños en riesgo de malnutrición, atribuidas al descenso continuado de la producción y el consumo de leche, así como a la escasa diversidad de la dieta, las malas prácticas de alimentación infantil y la reducción de la ingesta de alimentos en los hogares. Miano afirmó que más de 4 millones de kenianos necesitan desesperadamente ayuda alimentaria y que 960.000 niños están gravemente desnutridos.
Mientras tanto, el ministro de Interior y Seguridad Nacional, Kithure Kindiki, anunció que ya no se permitirían las protestas violentas en ningún lugar de Kenia.
(AP) (Agencia Fides 30/3/2023)

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