VATICANO - El Santo Padre a los Obispos de Senegal, Mauritania, Cabo Verde y Guinea-Bissau en visita Ad limina: "Caminando con su pueblo, el Obispo debe suscitar, guiar y coordinar la acción evangelizadora, para que la fe se acreciente y se difunda entre los hombres"

martes, 21 febrero 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Por medio de vosotros, Pastores de la Iglesia que está en Senegal, Mauritania, Guinea-Bissau y Cabo Verde, me uno con el corazón y la oraicón a los pueblos de los que tenéis la responsabilidad pastoral. ¡Qué Dios bendiga a los artífices de paz y fraternidad que construyen, en vuestro País, relaciones de confianza y apoyo recíproco entre las comunidades humanas y religiosas!" Con estas palabras ha saludado el Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos de la Conferencia Episcopal que reúne los cuatro Países africanos, recibidos en audiencia el lunes 20 de febrero para la visita Ad limina Apostolorum.
Las Iglesias particulares de estas naciones "presentan una gran diversidad de situaciones humanas y eclesiales que hace a veces difícil una buen coordinación del trabajo de los Pastores" por este motivo el Santo Padre ha subrayado que "los vínculos de comunión efectivos continuan siendo esenciales"… "Caminando con su pueblo, el Obispo debe suscitar, guiar y coordinar la acción evangelizadora, para que la fe se acreciente y se difunda entre los hombres. En esta perspectiva, el Evangelio debe estar plenamente enraizado en la cultura de vuestros pueblos". Un cierto retorno a la religión tradicional por parte de algunos "debe impulsar a buscar medios apropiados para avivar y reforzar la fe a la luz del Evangelio, y para consolidar los fundamentos teológicos de las Iglesias particulares, tomando al mismo tiempo, lo mejor de la identidad africana". El Papa también ha subrayado que para vivir en fidelidad los compromisos bautismales, cada uno debe tener una firme formación de la fe, para hacer frente a los fenómenos nuevos de la vida contemporánea."
En la difícil labor de evangelización, los sacerdotes son colaboradores generosos del Obispo, por ello, es importante atender su formación inicial y permanente, haciendo de ellos "hombres equilibrados desde el punto de vista humano y espiritual, capaces de dar respuesta a los desafíos que deben afrontar, en la vida tanto personal como pastoral". El Santo Padre ha recordado despues la aportación generosa y constante de los institutos de vida consagrada para construir la armonía en la Iglesia y contribuir a su dinamismo misionero, deseando que los miembros de los Institutos "mantengan relaciones de confianza y colaboración con los Pastores, viviendo una comunión profunda, no sólo dentro de cada comunidad, sino también con la Iglesia diocesana y universal."
Uno de los campos en los que la Iglesia trabaja principalmente es el del desarrollo social. "El cristianismo no debe ser reducido a una sabiduría puramente humana - ha afirmado el Santo Padre - y tampoco confundirse con un servicio social, pues se trata también de un servicio espiritual. Sin embargo, para el discípulo de Cristo, el ejercicio de la caridad no puede ser un medio al servicio del proselitismo, ya que el amor es gratuito. Vosotros ejercéis el servicio al hombre a menudo en colaboración con hombres y mujeres que no comparten la fe cristiana, en particular con musulmánes. Los esfuerzos realizados para un encuentro en la verdad de los creyentes de diversas tradiciones religiosas contribuyen a la realización concreta del bien auténtico de las personas y de la sociedad. Es un imperativo profundizar cada vez más en las relaciones fraternas entre las comunidades, para favorecer un desarrollo armonioso de la sociedad, reconociendo la dignidad de toda persona y permitiendo a todos el libre ejercicio de la propia religión."
En particular, en Guinea-Bissau la Iglesia local se encuentra en primera línea en la promoción del diálogo y la cooperación entre todos los miembros de la Nación", y el Papa ha exhortado a los Obispos a seguir siendo "puntos de referencia segura y de orientación para todos vuestros conciudadanos". Por último, entre las prioridades pastorales de las correspondientes Diócesis, el Papa Benedicto XVI ha vuelto a recordar el tema de la familia cristiana: "Sin ella, faltaría la unidad básica de vida y de construcción de esa "Familia de Dios" con que la Iglesia en nuestro continente se ha reconocido y se ha propuesto estar en la asamblea Sinodal de 1994. Esta no se podrá considerar realmente integrada o encarnada hasta que el ideal cristiano de vida familiar no haya arraigado en el seno al pueblo africano". (S.L) (Agencia Fides 21/2/2006, Líneas: 50 Palabras: 741)


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