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Juba (Agencia Fides) - Son 64 los grupos étnicos que componen el complejo mosaico social de Sudán del Sur. La convivencia entre las distintas poblaciones no siempre ha sido fácil, hasta el punto de que acabó alimentando la guerra civil que estalló en diciembre de 2013 cuando el presidente Salva Kiir acusó al vicepresidente Riek Machar de un intento de golpe de Estado. El conflicto que estalló en la cúpula del Estado adquirió inmediatamente una dimensión étnica, ya que Kiir pertenece a la etnia más numerosa del país, los dinka, y Machar a la segunda numéricamente más numerosa, los nuer.
La plaga del tribalismo había sido descrita como "el mayor enemigo del país" por el Arzobispo de Juba, Mons. Stephen Ameyu Martin Mulla, quien también subrayó que "no podemos construir nuestra nación o la Iglesia basándolas en el tribalismo: si las construimos sobre el tribalismo diremos que no hay Bautismo, Santa Comunión, Confirmación y caeremos porque es algo que nos está dividiendo" (véase Fides 28/9/2022).
Por ello, el llamamiento del Papa Francisco durante el encuentro con miembros del clero sursudanés en la catedral de Juba ("No somos jefes tribales, sino pastores compasivos y misericordiosos") también puede interpretarse como una invitación a superar el "virus" del tribalismo que se insinúa también en la Iglesia.
Una Iglesia que se ha beneficiado de la libertad religiosa que otorga la Constitución desde la formación del Estado en 2011.
En una nota enviada a la Agencia, Sor Elena Balatti, misionera comboniana en Malakal, declara: "Desde entonces, el número de cristianos en Sudán del Sur, incluidos los católicos, no ha dejado de aumentar. Los bautismos se cuentan por miles cada año en las diócesis".
La libertad religiosa ha permitido a las Iglesias profesar su fe y predicar, pero también ha provocado la proliferación de Iglesias autóctonas, o sectas, que ahora se cuentan por centenares en el país.
"Sin embargo, quizá la cuestión pastoral más importante sea la profundidad de la evangelización", afirma la misionera. "El número de bautizados no deja de crecer y las iglesias se llenan los domingos, pero en las opciones prácticas importantes, la mayoría de los católicos siguen las prácticas tradicionales, sobre todo en lo que respecta a la familia. Los matrimonios celebrados por la iglesia son muy escasos, y prevalecen el matrimonio tradicional y la poligamia".
Sor Elena concluye recordando que "además de los desafíos pastorales, la Iglesia católica, junto con los demás miembros del Consejo Ecuménico de las Iglesias en Sudán del Sur, ha tenido que hacer frente a la gran inestabilidad que ha caracterizado la vida de la nueva nación, marcada desde 2013 hasta 2018 por la guerra civil. A pesar del acuerdo de paz de 2018, la paz y la estabilidad siguen estando muy lejos y continúan los conflictos de baja intensidad, con episodios ocasionales muy violentos. La gente en general, no solo los católicos, esperan que la visita ecuménica del Papa Francisco dé un impulso a la paz", concluye la misionera.
(L.M.) (Agencia Fides 4/2/2023)
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