ÁFRICA/KENIA - La sequía acaba con el ganado. Millones de niños y ancianos bajo la pesadilla del hambre

sábado, 28 enero 2023

FUNDACION PABLO HORSTMANN

Nairobi (Agencia Fides) – “Muchos ancianos, el sector más vulnerable de la población, están muriendo, mientras que la malnutrición de los niños empeora día a día, porque ya ni siquiera tienen leche, que antes les proporcionaban las cabras”. Así lo afirma la hermana Ligia Girón, misionera de la Congregación de las Hermanas Misioneras Sociales de la Iglesia, que coordina 12 escuelas infantiles en la región septentrional de Kenia habitada por los turkana, una tribu de pastores nómadas.
Debido a los dos años de sequía, los Turkana han perdido casi todo su ganado, su principal fuente de sustento. En algunas familias parecen aceptar con menos dolor “que muera un niño antes que una cabra, que les da de comer”, añade la Hermana Ligia. En los niños menores de cinco años, la tasa de malnutrición ha aumentado un 40%.
“El actual cierre de escuelas por parte del gobierno keniano, del 25 de noviembre de 2022 al 23 de enero de 2023, ha contribuido a agravar la situación”, explica la religiosa. Muchos niños dependen de la comida que reciben en los centros educativos para sobrevivir. “Los alumnos de las escuelas primarias públicas vienen a nuestras escuelas infantiles a comer, porque no cerramos. Hemos interrumpido las clases, pero no la distribución de alimentos. Actualmente, acuden a nosotros innumerables niños de entre dos y siete años”, continúa explicando la hermana.
La situación no es diferente para la parte de la población que solía dedicarse a la pesca. No hay suficiente para sobrevivir, el nivel del agua del lago Turkana ha bajado 1,5 metros y los pozos se han secado. “Todos los habitantes llegan a los únicos pozos que aún tienen agua para abastecerse para sus hogares, y esto genera conflictos entre ellos”.
Ligia Girón, misionera de origen ecuatoriano, pertenece a la congregación de las Hermanas Misioneras Sociales de la Iglesia (HMSI). Lleva tres años viviendo en la región y once en Kenia. Cuenta que muchos turkana han emigrado a las zonas fértiles del sur de Etiopía y Sudán del Sur. “Esto provoca conflictos entre las tribus, porque cada una defiende la supervivencia de sus animales. Además, muchos roban cabras y camellos y regresan a Turkana para venderlos”.
Los turkana practican costumbres ancestrales. La dureza del territorio en el que residen, semidesértico, hace que el acceso a la alimentación, la educación, la sanidad o el empleo estable les resulte prohibitivo.
La región de Turkana tiene una superficie de 68.680 km2, y su población alcanza el millón de habitantes. Actualmente, la esperanza de vida de las mujeres es de 42 años. Todavía practican la poligamia. Al llegar a la pubertad, las niñas son prometidas a hombres adultos y entregadas como mano de obra.
La Congregación HMSI, fundada en 1965 en Ecuador por el misionero español Julián Lorente, trabaja para promover el anuncio del Evangelio, la promoción humana y el apoyo social a los más pobres.
En Kenia, millones de personas sufren los efectos de la peor sequía que ha padecido el país en 40 años, debido a la cual se han perdido más de 2,5 millones de cabezas de ganado.
Cinco temporadas consecutivas sin lluvias han provocado una dramática crisis alimentaria para la población de todo el Cuerno de África. Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), más de 20 millones de niños corren el riesgo de padecer hambre, sed y enfermedades graves debido a la sequía en Somalia, Kenia y el sur de Etiopía, la más grave en más de dos generaciones.
(AP) (Agencia Fides 28/1/2023).

FUNDACION PABLO HORSTMANN


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