VATICANO - "Sólo el amor de Dios puede renovar el corazón del hombre, y sólo si sana en el corazón la humanidad paralizada puede levantarse y caminar. El amor de Dios es la verdadera fuerza que renueva el mundo": las palabras del San Padre Benedetto XVI al ángelus

lunes, 20 febrero 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Evangelio de estos domingos nos presentan algunas curaciones realizadas por Cristo a leprosos y paralíticos, en las que el mismo Jesús "muestra que desea curar ante todo el espíritu": sobre este tema se ha centrado el Santo Padre Benedicto XVI en su discurso antes del rezo del ángelus, el domingo 19 de febrero. Recordando la curación del paralítico, el Papa ha subrayado que "el paralítico es imagen de todo ser humano a quien el pecado le impide moverse libremente, caminar en la vía del bien, dar lo mejor de sí. En efecto, el mal, anidando en el espíritu, ata al hombre con los lazos de la mentira, de la ira, de la envidia y de los demás pecados, y poco a poco le paraliza". Por ello, Jesús, antes de curarlo de su enfermedad material, le dice al paralítico: “tus pecados te son perdonados”. "El mensaje es claro: el hombre, paralizado por el pecado, tiene necesidad de la misericordia de Dios que Cristo ha venido a darle, para que, sanado en el corazón, toda su existencia pueda reflorecer”.
El Santo Padre ha continuado después: "También hoy la humanidad lleva los signos del pecado, que le impide progresar prontamente en esos valores de fraternidad, de justicia, de paz que igualmente se ha propuesto en solemnes declaraciones". El camino del desarrollo integral de la humanidad se ve frenado por múltiples causas, sin embargo "la Palabra de Dios nos invita a tener una mirada de fe y a confiar, como aquellas personas que llevaron al paralítico, en que sólo Jesús puede curar verdaderamente". A este propósito Benedicto XVI ha recordado de nuevo su primera Encíclica "Deus caritas est", en la que señala a los creyentes y al mundo entero a “Dios como fuente de auténtico amor". "Sólo el amor de Dios puede renovar el corazón del hombre - ha subrayado el Papa -, y sólo si sana en el corazón la humanidad paralizada puede levantarse y caminar. El amor de Dios es la verdadera fuerza que renueva el mundo". (S.L) (Agencia Fides 20/2/2006 - Líneas: 26 Palabras: 390)


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