ASIA/MALASIA - El servicio de las escuelas católicas en el sistema educativo: una contribución a las nuevas generaciones

miércoles, 30 noviembre 2022 educación   escuela   jóvenes  

Kota Kinabalu (Agencia Fides) – “Es admirable el modo en que los profesores siguen transmitiendo los conocimientos utilizando todos los medios, incluidos los de comunicación, y la perseverancia que demuestran para seguir sirviendo a los niños en tiempos difíciles”. Así lo ha dicho John Wong Soo Kau, Arzobispo de Kota Kinabalu, a los profesores de la Escuela Primaria del Convento de San Francisco, agradeciéndoles “su compromiso, su generosidad y, sobre todo, su amor por la escuela y los alumnos, a los que consideráis vuestros hijos”, algo que refleja el enfoque del servicio de la educación que prestan los centros católicos de la nación, a los alumnos, independientemente de su etnia, cultura o religión.
En particular, la Escuela Primaria del Convento de San Francisco ha obtenido resultados sobresalientes a nivel estatal, ganando un prestigioso premio nacional, por la competencia de sus alumnos y los proyectos educativos emprendidos. Entre otros proyectos, la escuela ha inaugurado un grupo llamado "My Community In Action", con el objetivo de mejorar la relación, el respeto y la confianza entre profesores y alumnos, así como entre profesores y padres, lo que ha creado un entorno muy propicio para el aprendizaje y la colaboración. En particular, “el tiempo y el compromiso que ofrecen los profesores es difícil de cuantificar o monetizar y les estamos muy agradecidos”, ha dicho Dora Lai, directora de la escuela.
Las escuelas católicas de Malasia son conocidas por su contribución educativa al país desde su primera fundación en 1852 por los Hermanos de La Salle y las Hermanas del Niño Jesús en la Malasia peninsular. En Malasia Oriental (las provincias de la isla de Borneo) la labor educativa fue iniciada por los Padres de Mill Hill, que fundaron su primera escuela en Sarawak y Sabah en 1881. Otras congregaciones religiosas también se han dedicado al apostolado de la educación a partir de entonces y pronto se creó una red de escuelas católicas en todo el país.
Antes de la independencia de Malasia, en 1957, había cuatro centros de enseñanza secundaria independientes de la lengua: inglés, malayo, chino y tamil. Con la independencia y el nuevo plan de política educativa nacional, los niños de diferentes etnias y culturas se unieron en un sistema educativo unificado, convirtiendo el bahasha malayo en la lengua nacional y el principal medio de enseñanza en todas las escuelas.
Con este sistema, las escuelas católicas eran clasificadas como "Escuelas Privadas Afiliadas" y recibían subvenciones del gobierno para cubrir los gastos de funcionamiento y los salarios de los profesores, a la vez que mantenían cierta autonomía administrativa y pedagógica. Debido a la popularidad de las escuelas católicas y a la gran demanda de matrículas, los institutos pasaron a estar bajo un control administrativo y de gestión más estricto por parte del Estado, con directores y rectores nombrados por el Ministerio de Educación, lo que privó de hecho a las congregaciones religiosas de la autoridad y el control sobre los institutos que habían fundado.
Las escuelas católicas han pasado por un periodo de transición en su historia. Las órdenes religiosas de los obispos participaron activamente en el discernimiento del futuro papel de la Iglesia en la educación católica, lo que llevó a la creación del Consejo de Educación Católica de Malasia (MCEC). El Consejo diseñó un plan de estudios específico que seguiría la agenda educativa nacional complementándola con asignaturas y programas apropiados para una educación de carácter "holístico" que "comprometa la mente, el corazón y las fuerzas". La mente en términos de conocimientos académicos; el corazón en términos de valores; las fuerzas en términos de habilidades. El objetivo sigue siendo, además, hacer accesible la educación a las familias de renta media y ofrecer igualdad de oportunidades a quienes se encuentran en situación de pobreza o marginación.
El compromiso de la Iglesia católica malaya con la educación sigue siendo el mismo, siempre con la idea de ayudar a preparar un futuro mejor para las nuevas generaciones de la nación.
(PA) (Agencia Fides 30/11/2022)


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