ÁFRICA/ETIOPÍA - Anunciar el Evangelio en silencio. No hay que ser profesionales de la misión

viernes, 4 noviembre 2022

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Gode (Agencia Fides) – “Todo aquí es un misterio difícil de entender, pero siento el impulso de algo que está a punto de nacer. ¿Qué quiere el Señor? Muchas cosas nos parecen incomprensibles, pero ciertamente Él quiere que estemos allí”.
Así escribe el P. Angelo Antolini, ofm cap., Prefecto Apostólico de Robe, sobre este periodo transcurrido en la misión de Gode, zona somalí de la Prefectura.
“Este mes que estoy pasando aquí en Gode, en el desierto somalí, es importante para vivir el reto de la primera evangelización en silencio, trabajo y comunión íntima con el Señor. Vivo cada vez más intensamente la sensación de estar ahí, de presencia, con la pequeña comunidad de dos hermanos y una hermana. La lámpara humeante se mantiene encendida con el suave soplo del Espíritu Santo”.
Hace unas semanas, llegó a la misión una chica seropositiva, huérfana desde niña, que creció con las hermanas de la Madre Teresa en Addis Abeba. “Bethleem nos ayuda con tanto celo y sencillez”, explica el padre Antolini. Enseña a los niños y le he confiado toda la responsabilidad de la casa, que dirige con seriedad y discreción. Con ella están Tesemma y Abdella, mis tres misioneros, pequeños, débiles, frágiles, pero felices de estar aquí en las fronteras del Evangelio. No reciben ninguna ayuda, solo un salario por su trabajo. No son profesionales de la misión”.
“También yo debo pensar en la misión de manera diferente, no tanto con los sacerdotes, los religiosos, las congregaciones, sino con los aficionados: los simples fieles, sin preparación, sin mucho estudio, pero ciertamente inculturados, porque son los hijos de esta tierra”, concluye el Prefecto Apostólico.
(AA) (Agencia Fides 4/11/2022)


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