AFRICA/MALAWI - “Las mujeres son las primeras víctimas de la violencia desencadenada por la carestía que golpea el Malawi” afirma un misionero.

martes, 14 febrero 2006

Lilongwe (Agencia Fides)- “ La escasez de lluvia continua siendo el problema más preocupante porque se corre el riesgo de que se queme la cosecha que todavía no ha madurado” afirma un misionero de Malawi preocupado por la carestía que ha golpeado al Africa oriental, y por una crisis político-institucional grave.
“Si no comienza a llover se repetirá la sequía del año pasado, partiendo esta vez, de una situación ya presente de hambre. Siendo ya difícil de encontrar y con precios cuatro veces más altos de lo estipulado por el gobierno, la situación puede conducir a manifestaciones de violencia: También se explica por esto la dureza de estos últimos meses en los que se han dado diversas atrocidades de maridos contra sus esposas o generalmente de hombres contra las mujeres. Una violencia sin precedentes inmediatos pero que está asustando al país, obligando a replanteamiento, encuentros y discusiones a alto nivel del estado y de la Iglesia . Un hombre ha cortado ambos brazos de su mujer, otro incluso la ha asesinado por no haberse sometido a los requerimientos del marido que es seropositivo... Desgraciadamente la lista es cotidiana y ha causado la respuesta por parte de algunas mujeres que han matado al marido”.
Por lo que se refiere a la vida política el misionero dice: “Ciertamente la política de Malawi no es aburrida. Y se demuestra en estos días en los que el presidente Bingu wa Mutharika está haciendo de todo para dar la impresión de que domina el país”
“Tras haber cerrado la posibilidad al parlamento de reunirse hasta que lo considere necesario, ha salido al asalto en nombre de su tolerancia cero en lo eferente a la corrupción. En días se espera la sentencia relativa a Yusuf Mwawa, ex-ministro de educación, parlamentario de la zona de Balaka y en el pasado líder del UDF en el parlamento por una serie de delitos que van desde el hurto a la presentación de documentos falsos. El máximo de la pena puede ser de doce años, y su condena pospuesta por motivos de salud (nunca se da en procesos contra gente común) quiere ser un ejemplo de que quien está contra el gobierno será castigado”.
Permanecen pues en prisión diversos parlamentarios o personajes ligados a la oposición. Quien ha entrado en el partido de gobierno por ahora no es interrogado. En esta atmósfera de caza a quién en la oposición todavía no ha aprendido a hacer silencio, está la última jugada por parte de la presidencia: la destitución del vicepresidente Cassim Chilumpa. El presidente que hasta el otro día estaba él mismo en proceso de destitución ahora expulsa al vicepresidente, una elección que la constitución de Malawi no le permite hacer. Con cinco acusaciones que se reducen a no realizar sus funciones de vicepresidente, sino de trabajar contra el gobierno, el presidente prácticamente lo ha destituido, quitándole también la guardia, la escolta, el coche... La Alta Corte de Malawi ha paralizado la orden del presidente y tendrá que decidirse en la corte el éxito de la jugada del presidente.
Bakili Muluzi está todavía en Inglaterra por causas médicas no precisadas y dentro del partido hay una caza por el puesto de guía en ausencia de Muluzi.
“Una carta anónima circula en la capital Lilongwe, y habla del presidente actual como de un enfermo terminal que pensando en dejar la carga de presidente no querría que terminase en las manos del vicepresidente. A pesar de que el gobierno lo haya desmentido los muchos movimientos políticos que hace el presidente confunden a los analistas políticos que ya desisten de seguir los pasos de esta danza fuera de tiempo” termina el misionero. (L.M)(Agencia Fides 14/2/2006)


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