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Yakarta (Agencia Fides) - Al día siguiente de la violencia y la catástrofe ocurrida en el estadio de Malang, en la parte oriental de la isla de Java, que ha dejado 127 muertos (entre ellos un niño de 5 años), la Iglesia católica indonesia está ofreciendo apoyo moral y material, también para obtener justicia, y dando consuelo espiritual a las familias de las víctimas. La tragedia ha sido recordada por el Papa Francisco tras el Ángelus del 2 de octubre en la Plaza de San Pedro. Dirigiendo un pensamiento a las víctimas, el Pontífice ha dicho: “rezo por los que perdieron la vida y resultaron heridos en los enfrentamientos que estallaron después de un partido de fútbol en Malang, Indonesia".
Según las reconstrucciones, en Malang, provincia de Java Oriental, el domingo 2 de octubre, al final de un partido de fútbol en el estadio de la ciudad, los hinchas del equipo Arema FC irrumpieron en el terreno de juego después de que su equipo perdiera en casa por 3-2 ante su acérrimo rival, el Persebaya Surabaya. Los agentes de policía intentaron inducir a los hinchas a volver a las gradas utilizando gases lacrimógenos. Se produjo una estampida generalizada y un aplastamiento impresionante, que causó 127 muertos y 323 heridos. El presidente indonesio, Joko Widodo, ordenó revisar el plan de seguridad para los partidos de fútbol, mientras que los organismos gubernamentales y policiales realizarán "una evaluación exhaustiva del incidente".
Expresando sus condolencias y las de la Iglesia católica indonesia, el obispo carmelita Henricus Pidyarto Gunawan, que dirige la comunidad católica de Malang, ha encomendado “a las familias a Dios misericordioso”, mientras que el padre Hans Jeharut, secretario ejecutivo de la Comisión de Laicos de la Conferencia Episcopal de Indonesia, ha pedido a las autoridades indonesias "que lleven a cabo una investigación completa y lleven a los autores ante la justicia".
Dos sacerdotes católicos de Malang han compartido con la Agencia Fides sus impresiones del día después. El padre Tedjo Soekarno, sacerdote diocesano de Malang que participa en el diálogo interreligioso, señala: "Ayer fuimos testigos de un fenómeno que me preocupa seriamente como ciudadano nativo de Malang. Trabajamos constantemente para promover el diálogo interreligioso en Java Oriental, con diferentes comunidades étnicas y religiosas. Observando la animosidad que engendró la tragedia de ayer, vemos hoy que es necesario continuar en la labor de crear armonía en todos los niveles de la sociedad, para prevenir toda violencia”, ha dicho el sacerdote,
El padre Eko Aldianto O.Carm, también oriundo de Malang, en los últimos años Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal Indonesia para la Justicia y la Paz y la Pastoral de los Emigrantes, está de acuerdo: “Es una tragedia inesperada que me ha dejado atónito. Nos quedamos sin palabras ante una polarización tan absurda por una competición deportiva. Hoy rezamos por las familias implicadas, pero también debemos reflexionar sobre lo que hay que hacer para que toda competición deportiva siga siendo un enfrentamiento bajo la bandera de la equidad, el sacrificio y el respeto mutuo, que sea un entretenimiento y un espectáculo para el público, y desde luego no un momento de conflicto o un presagio de violencia".
El Rev. Gomar Gultom, Presidente de la "Comunión de Iglesias de Indonesia", que agrupa a las comunidades cristianas protestantes, expresando sus profundas condolencias en nombre de todos los cristianos indonesios, señala que "un acontecimiento deportivo no puede ni debe acabar en un disturbio que se cobra la vida de más de cien personas". "Esta es una importante lección para la policía y la seguridad, que el Estado debe garantizar. Rezamos por las familias de las víctimas y les decimos: dejemos la gestión de este caso a las instituciones y a la justicia", para evitar las represalias cruzadas entre los partidarios de la oposición.
(PA-MH) (Agencia Fides 3/10/2022)
